Perfumes para nosotras

Perfumes para nosotras
Un olor distinto para cada momento

domingo, 18 de febrero de 2018

Mis vacaciones de mujer enamorada


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Estar en un convento es una experiencia. Yo estuve alojada con mi chico en el Convento de Santo Antonio buscando tranquilidad entre unas paredes que en su día fueron habitadas por monjas. El convento está restaurando, pero todavía conserva muebles que te hacen pensar en monjas que no hacían otra cosa que no fuera rezar por la Humanidad. 

Nuestra habitación estaba decorada en tonos blancos y verdes. la cama tenía una colcha verde a juego con una tela que le habían puesto a modo de cabecero que me hizo sentir más joven. Había una silla antigua, a juego con la cama, un espejo, un armario que olía a ropa de monja, según mi chico, una mesa a modo de escritorio, un televisor discreto, un mueble bar, es decir, el minibar de todos los hoteles. No estuvimos mal. Estuvimos muy bien. Estábamos solos y sin crías que nos volvieran locos. 

Yo tuve para mí sola una piscina que había en el jardín. La gente que se hospedaba en el convento no quería nadar. Falta hacía que no quisieran porque la piscina era redondita y nada grande. Mi chico decía que era como la piscina de un chalé privado. 

Os recomiendo este Convento de Santo Antonio para pasar unos días tranquilos. Yo aproveché para leer un montón de libros. Soy una devoralibros. Mi chico aprovechó para ponerse al día con su trabajo online. 

Incluso os lo recomiendo para ir con niños. Tienen guardería. Me llamó la atención. Hay muchos hoteles que no disponen de guardería. Por eso no descartamos volver con las niñas. Me dijeron que aceptan en la guardería niñas algo grandecitas. Nos vendrá muy bien para poder salir a cenar solos o cenar solos en el restaurante del convento, un restaurante donde se come muy bien. También sólo puedo decir maravillas del desayuno. Te ponen un pan recién hecho que te hace olvidarte casi de la bollería.



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No quedé muy contenta de nuestra estancia en el Hotel Navegadores porque me esperaba algo mejor. Hicimos una reserva para nosotros solos porque nos lo había recomendado unos amigos. A ellos les debieron dar una habitación mejor que la nuestra. O, tal vez, son menos exigentes. 

Nos encontramos con una habitación con los suelos desconchados, una cama más vieja que las de los pisos de los barrios bajos, un televisor de plasma pequeño y subido al techo y unas cortinas que necesitaban un lavado. Tuve que pedirles que las cambiaran. 

Lo mejor es la ubicación del hotel. Te queda a a 6 minutos a pie de la playa. Esto es genial cuando viajas con críos. Mis hijas nunca quieren andar. Están acostumbradas a hoteles donde salen a la calle y entran en el arenal. El Hotel Navegadores está situado en la Bahía de Monte Gordo, a sólo 500 metros de la Playa de Monte Gordo. Tal vez por eso está tan concurrido. Cuando estuvimos nosotros estaba hasta los topes. Yo quería cambiar de habitación y no pude porque estaba todo o ocupado o reservado. 

No fuimos a la piscina. Donde hay una playa a mí que me quiten las piscinas. El hotel dispone de una piscina cubierta climatizada en invierno y un restaurante donde se come bastante bien. Nosotros nos quedamos un día a comer en el restaurante. Los otros dos días comimos y cenamos en restaurantes de los alrededores. 

No os lo recomiendo para ir en familia. Si vas en pareja y no quieres gastar mucho, puede ser una opción razonable. El Hotel Navegadores está situado en el corazón de Monte Gordo, a 50 kilómetros del aeropuerto de Faro. El aparcamiento público no nos lo cobraron. Falta hacía alguna ventaja después de tenernos que arreglarnos con una habitación bastante regular y con un cuarto de baño igual de cutre. Cutre por sus sanitarios pasados de moda y por su tamaño minúsculo. Deberían renovar el hotel. Tiene muy buena ubicación.




domingo, 11 de febrero de 2018

Mi vida en Dubai




Sólo pudimos estar tres días en Dubai. Yo me quedé con ganas de echar más días. Es un país como de cuento surrealista. No te imaginas tantos rascacielos en medio de los desiertos, porque eso era lo que había donde están emplazadas las zonas urbanas: desierto. 

El Museo de Dubai es interesante. Te explican como vivía la gente hace unas décadas. Más me gustó el Burj Khalifa, un edificio altísimo donde puedes tomar una copa en un bar que hay en sus más altas alturas. 

Fue una pena no tener tiempo para ver más. El restante tiempo lo dedique a ir de compras y a dar paseos en coche por la ciudad. También dimos una vuelta en helicóptero. Desde arriba la ciudad te parece aún más pequeña. Es una ciudad en crecimiento. Mi chico ya había estado y me iba indicando lo que veía nuevo. Están construyendo mucho para atraer turistas. 

Lo que no nos perdonamos fue una tarde en el desierto. Yo no estaba muy bien por culpa del viaje en avión de tantas horas, pero no quería marchar de Dubai sin ver su desierto. No tiene nada de novedoso. Sólo es un arenal inmenso por el que van los todoterrenos. 

Os recomiendo visitar Dubai. Es un país increíble. Mi chico dice que es un país árabe que ha sabido modernizarse. Tal vez se ha modernizado demasiado. Tanto rascacielos te hace perder el sentido. Parece que estás en Nueva York, pero no lo parece del todo porque Dubai tiene su propia gracia. Yo espero volver con las niñas. Mis hijas quedaron fascinadas con las fotos que sacamos desde Burj Khalifa. Siempre nos dicen que se quieren subir al edificio más alto del mundo. Mucho me temo que cuando regresemos a Dubai ya hayan construido un edificio todavía más alto. Dubai es el país donde lo imposible es posible. Saben impresionar a los turistas.

martes, 6 de febrero de 2018

Mis vacaciones en África


El Kilimanjaro es el monte más alto de África. Mi chico quería ir a verlo y subió el sólo con un petate de 15 kilos sobre su espalda. Llevaba todo lo que necesitaba para sobrevivir sin comodidades cuesta arriba. Tardó siete días en volver a verme, es decir, en regresar a los pies del monte donde lo estaba yo esperando. No hubiera subido tantos metros ni loca. 

No es que estuviera siete días subiendo. Cinco días estuvo aclimatándose. Temían los que organizaban la excursión que no resistiera el cambio de temperatura. Yo no tenía ningún temor. Mi amor está acostumbrado a pasar del calor al frío y viceversa. 

Os recomiendo ir a ver el Kilimanjaro de cerca. Es precioso. A sus pies hay unos bosques frondosos poblados con monos. Me dio pena que los monos fueran la comida de los leopardos. Era horrible verlos corriendo cuando aparecía un leopardo hambriento. Me contó mi chico que había encontrado un paisaje lunar más arriba y en la cara sur de la montaña había un paisaje nevado. Yo me quedé con los monos y los leopardos. habían hecho como un campamento base y estuve mirando la fauna selvática de cerca. Son bichos iguales a los de los documentales de la Dos sobre África. Los que más me gustaron fueron las jirafas. Son preciosas y se ven muy limpias. 

También os recomiendo ir preparados físicamente. la subida es dura. hay cinco rutas. Mi chico hizo la Ruta del Rongai. Yo hice la ruta de la acompañante hasta el campo base. Estaba de los nervios porque mi chico es el padre de mis hijas. Sería horrible dejarlas huérfanas. 

Os decía que mi chico había llevado un petate de 15 kilos. Lo llevó porque quiso llevarlo. En las excursiones hay gente local que carga con los pesos. Mi chico quiso llevar sus cosas porque decía que no quería abusar del prójimo.

domingo, 4 de febrero de 2018

Kendall Jenner: look estrella de cine


Tú puedes ser una estrella

arrancando una sábana

de la cama donde duermes

sola o bien acompañada

y cubrir tu lindo cuerpo.


Fue lo que hizo Kendall Jenner

para presumir de estrella

de cine sin nunca hacer

una película seria.


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http://dinero-consupermiso.blogspot.com/ 



jueves, 1 de febrero de 2018

Mis vacaciones en la Italia chic


Conocí Forte de Marmi gracias a mi madre. Ella es una fan de los balnearios. Estuvo siempre convencida de que las aguas son muy buenas para la salud. Yo no lo estoy tanto, pero, de vez en cuando acudo a los balnearios porque alguna ventaja sí tienen. Los balnearios que hay en Forte Marmi, una localidad balnearia de la provincia de Lucca sobre el Mar de Liguria en la comarca de la Versilia, Toscana (Italia) son sensacionales. Es una pena que sean tan caros. Con 8,500 habitantes permanentes, el turismo es la principal actividad de este pueblo. Cada año más turistas tienen. Durante los meses de verano la población se triplica por la gran cantidad de turistas que acuden desde otros puntos de Italia y de Europa. Yo me he encontrado hasta con turistas de Rusia.

No sé cómo van tanto por allí. Quitando los balnearios, no le encuentro mayor encanto. Me recuerda mucho los pueblos rurales de la Galicia costera. Hay playas en Forte de Marmi, unas playas bastante buenas, con aguas limpias y mucho sol para ponerte doradita. La gente es muy amable. Saben que viven del turismo y tratan a los turistas de una manera muy familiar.

Siempre fui con mi madre, excepto esta última vez que fui con mi esposo y mis dos niñas. Mi esposo quería conocer la ciudad de donde salieron los grandes bloques de mármol que utilizó en su día el gran Miguel ángel para hacer sus estatuas. Mármol hay mucho por los alrededores. Dice mi marido que las aguas son tan buenas porque salen de canteras de mármol. Creo que le echa mucha imaginación al asunto. Las aguas yo no las encuentro ni mejores ni peores que las de otros balnearios. Lo que sí son es más famosas.

Hay muchas casas de lujo y hoteles igual de lujosos, pero lo que a mí más me gusta es el centro histórico, donde está la vidilla. Es donde están los clubes que animal la vida nocturna. Mi marido de día se movía por esta ciudad llena de balnearios en bicicleta. Es lo que suele hacer por allí la gente. Yo no soy nada de bicicleta. Me moví en coche y andando como hago siempre. No me importan las modas.

Os recomiendo visitar Forte de Marmi. Es un buen destino para pasar unos días relajándote en los balnearios.