Perfumes para nosotras

Perfumes para nosotras
Un olor distinto para cada momento

miércoles, 30 de mayo de 2018

Haciendo senderismo en familia


Hicimos hace unas semanas dos de las Rutas entre Hayedos más fáciles. Me refiero a la ruta de Serradero y la ruta de Roñas. La Ruta de Serradero es de 17 kilómetros. La de Roñas es de 14 kilómetros.

Ambas rutas parten de Anguiano, el pueblo más grande de la zona, una localidad a pie de unos imponentes riscos. Miras hacia las montañas y sientes respeto hacia los altos peñascos. El pueblo no es grande. Sólo tiene tres barrios. En un par de horas los recorres.

Yo me hubiera quedado en Angiano con las niñas, pero mi santo quería andar. Por eso accedí a seguirlo por unos caminos entre montañas, hayedos, pinares, encinares y soledad. No nos cruzamos ni con una sola persona. Mi marido decía que no había andarines porque hacía frío. Tendría razón. Hacía un frío que pelaba.

La Ruta de Serradero cruza unos pastizales llenos de ovejas y unos hayedos. Me llamó mucho la atención una haya que tenía forma de N. La tenían con un cartelito. También estaba señalizado un tejo que tenía más de mil años. Mi marido le hizo miles de fotos. Yo no creo que tuviera tantos años.

La Ruta de Roñas tiene bosque mixto y una ermita, la ermita de la Magdalena. Me contaron que en el mes de mayo baja una procesión. No coincidimos con la procesión. de haberlo sabido, hubiera hecho esta ruta el día de la fiesta. Me hubiera gustado ver la danza de los tancos de Angiano mundialmente famosa. Sólo la conozco por fotos y vídeos.

Os recomiendo estas rutas. Nosotros las hicimos en un mismo día. Como hacía frío, me apetecía andar. Si hubiera hecho calor, me quedaba con una ruta sola. Puestos a hacer una sola, la de Roñas me parece más ideal porque tiene tres kilómetros menos que la ruta de Serradero. Tres kilómetros se notan en unos pies delicados como los míos.

Mi vida en un Palacio de Mérida


Mi marido consiguió sorprenderme con el Hotel Ilunion Mérida Palace, un hotel en el que pasamos unas vacaciones familiares, pero yo lo hubiera elegido para pasar unos días románticos con mi santo. Entras en este hotel y te sientes como una princesa árabe. Regresas a la España no reconquistada por los Reyes Católicos. Es sencillamente fantástico. Merece sus cinco estrellas.

El hotel tiene todas las comodidades. No piensas que por ser un palacio de la Edad media regresas a la vida dura. En absoluto. Tienes todas las comodidades de tu casa y muchas más y puedes disfrutar también de una ubicación fantástica en el centro de Mérida. Este palacio restaurado del siglo XV está en la plaza España. Yo y las niñas nos fuimos directa a la azotea. Nos dijeron en recepción que no había que perderla. También nos lo dijo una clienta que conocimos en el ascensor. Este hotel ofrece una terraza en la azotea con piscina pequeña de temporada y vistas a la ciudad de Mérida. El Hotel Mérida Palace se encuentra a 200 metros del templo romano de Diana, un templo que también recomiendo visitar aunque no te gusten mucho las ruinas de los romanos.

Nos dieron una habitación grande. Falta nos hacía porque éramos cuatro. hacía una calor horrible fuera, pero dentro estuvimos muy bien gracias al aire acondicionado. Pude trabajar en el cuarto como en mi casa. Tenía conexión a internet por cable gratuita. Todaslas habitaciones cuentan con televisión vía satélite, minibar y caja fuerte para guardar tus pertenencias valiosas. El baño dispone de secador de pelo y artículos de aseo en abundancia. No los usé. Llevaba los míos.

Os recomiendo el Hotel Ilunion Mérida Palace, un establecimiento hotelero que alberga un gimnasio y una sauna donde se me fueron todos mis dolores. Al gimnasio sólo fui un día. La sauna me tuvo de clienta los tres días que pasamos en este maravilloso hotel. También frecuenté los patios interiores, todos ellos muy tranquilos. Aproveché su silencio para termina alguna lectura que tenía pendiente. Además, hay un bar de tapas y un restaurante de comida tradicional extremeña donde puedes saborear la gastronomía local a precios arreglados. Yo quería buscar un restaurante fuera. Me alegré de dejarme convencer por mi santo. En el hotel se come muy bien.

domingo, 27 de mayo de 2018

Gibraltar español



Cuando mi marido me dijo que nos íbamos a la Línea de la Concepción en Cádiz, no pensaba que tendría una habitación con vistas al Peñón de Gibraltar. Salía a la terraza de nuestro amplio cuarto y me venían ganas de gritar ¡Gibraltar español!Mis hijas lo hacían. Tuve que pedirles que se contuvieran. En la habitación vecina había una familia inglesa alojada y no era cuestión de hacerse enemigos. 

Las vistas de nuestra habitación eran preciosas. Lo que no lo era era el armario. Cuando vi aquel armario que parecía hecho con tablas viejas me horroricé. Quedaba como un pegote en una habitación decorada con bastante gusto. Ni que decir que no lo usamos. Dejé la ropa en las maletas. Suelo hacerlo para evitar andar deshaciendo y haciendo maletas. La ley del mínimo esfuerzo rige mi vida. 

El hotel lo tienen bien limpio. Falta hace porque estaba hasta los topes de gente. Como está sólo a metros de la frontera, la gente que encuentra sito se aloja en este cuatro estrellas. El hotel tiene un restaurante y un bar junto a la piscina que sirven una selección de especialidades a la carta y platos buffet que nos evitaron tener que andar buscando restaurantes. La zona no es muy segura. Sólo hay que mirar los periódicos para darse cuenta leyendo las noticias sobre narcotráfico. Es mejor quedarse en el hotel y no dar muchos paseos. También se preparan almuerzos para llevar que puedes subir a la habitación. Nosotros subimos la comida el último día aprovechando que mi marido tenía una reunión de negocios en un salón con unos clientes de su empresa. Comimos solas yo y las niñas en la terraza de la habitación. 

Os lo recomiendo. El Ohtels Campo de Gibraltar se encuentra junto al parque Reina Sofía y a 30 minutos en coche de los clubs de golf de Alcaidesa y Sotogrande, donde mi marido suele ir a practicar el deporte de los palos. El centro de La Línea de la Concepción está a solo 5 minutos de caminata. Yo pensaba ir de tiendas por el centro, pero, al final, me entró el miedo y me quedé en el hotel mirando series en el buen televisor que teníamos en nuestra habitación.

jueves, 24 de mayo de 2018

Ferrol


Nos alojamos en el Hotel Valencia en Ferrol porque está en la entrada de la ciudad, en la Avenida de Catabois. Pero, como Ferrol es una ciudad pequeña, pudimos ir andando a todos los sitios. El coche quedó aparcado muy cerca del hotel.

No es un hotel lujoso el Hotel Valencia. Habitaciones sencillas, fachada más sencilla, estancias igual de minimalistas. Es un hotel cómodo, pero sin tener la decoración de hotel de negocios ni caer en una decoración de casa familiar. Más bien recuerda la decoración sencilla de los pisos de estudiantes.

Nosotros pedimos una habitación para no fumadores cuando nos dijeron en recepción que tenían unas cuantas habitaciones reservadas para las personas que odiamos el tabaco. Era una habitación espaciosa, limpia, sencilla, con una colcha blanca a la que daban vida unos cojines rojos. El cuarto de baño también era un canto a la sencillez y a la limpieza. Nos sentimos cómodos. Hacía calor, pero se estaba bien dentro gracias al buen funcionamiento del aire acondicionado.

Lo único que lamenté fue no tener una conexión wi fi gratis en la habitación. Sólo está disponible en las zonas comunes. Me arreglé en un salón común sin mucha gente. Me hubiera gustado más haberme podido conectar a la red de redes en mi habitación.

Lo que sí me pareció una gran ventaja fue que no admitieran mascotas. Detesto alojarme en habitaciones por las que ha pasado algún perro o algún gato. Por mucho que las limpien huelen a animales de compañía de cuatro patas. Sólo por eso ya os recomiendo este hotel sencillo de la bonita ciudad de Ferrol. Deberían mejorar la fachada. El hotel ganaría mucho con una fachada con más clase. También ganaría más si tuviera un parking privado. Pagar casi seis euros por día y encima tener que reservar es como para pensarlo. Mi marido lo pensó tanto que acabó dejando el coche fuera.

domingo, 20 de mayo de 2018

Feliz en Zamora



Estuve en el Horus Zamora Boutique Hotel para la boda de una amiga mía. Fui sola con las niñas. Mi marido tenía trabajo y yo decidí no perderme la boda de una de mis mejores amigas en Zamora. Elegí este hotel porque en uno de sus salones se celebraba el banquete y me pareció perfecto para no andar perdiendo el tiempo en desplazamientos. 

La decoración del Horus Zamora Boutique Hotel es muy de piso bien años setenta. Me esperaba algo más palaciego teniendo en cuenta que el Horus Zamora Boutique Hotel está en una antigua mansión modernista del siglo XIX que se encuentra en el centro histórico de Zamora, a 200 metros de la Plaza Mayor y del ayuntamiento. Es un alojamiento perfecto para ir de turismo por Zamora. 

Me dieron una habitación que no era muy grande. Estuve con mis dos niñas como la mamá sardina enlatada. Si llega a venir mi marido, acabamos divorciándonos por falta de espacio. Lo mejor fue la conexión wi fi gratuita. Me sirvió para conectar a mis hijas a la Red de Redes y que se entretuvieran viendo vídeos de Youtube. Les encantan los tutoriales. 

Me gustaron más las estancias comunes que las habitaciones. El interior del Horus Zamora Boutique Hotel presenta un estilo Art Déco en lo que son pasillos y salones. Lo que más les gustó a mis hijas de este hotel fue su entrada. El hotel dispone de una gran entrada de mármol en el pasillo perfecta para sacarse unas fotos. Pero mejor que la entrada, fue para mí el spa, un spa que incluye bañera de hidromasaje y sauna. Me sirvieron para relajarme. 

Os lo recomiendo. Este hotel tiene parking, wi fi gratuita, habitaciones de no fumadores y buena comida en su restaurante. El restaurante del hotel, La Bóveda, ofrece menú a la carta con platos clásicos castellanos. Comida sana. Mis hijas echaron de menos la pizza y las hamburguesas. Siempre piensan que cuando comemos fuera sin su padre va a haber un menú de comida basura.