Blanca iba Lady Charlotte
hacia el altar en Monreale
donde estaba esperando
el jovencito don Jaime.
En la Catedral tomaba
asiento la aristocracia
para el evento del año:
la boda del buen retoño
de los duques de Calabria.
No faltaron unas gaitas
escocesas animando
la misa en italiano.
La novia casi lloraba,
su madre se emocionaba,
el novio nada decía,
sus padres nada pensaban.
El alcalde de Monreale
se sentía un hombre grande
de la política antigua
en su Sicilia elegante.
Faltaban al gran bodorrio
los mejores invitados:
los Reyes de nuestra España.
Felipe VI y Letizia
son alérgicos al boato.
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Ha llegado el gran día para Jaime de Borbón-Dos Sicilias y Lady Charlotte Lindesay-Bethune, un acontecimiento esperado con gran expectación entre los ciudadanos de esta pequeña localidad ... www.hola.com |