¿Qué le pasa a la princesa? Nadie lo sabe. Kate Middleton está desaparecida desde el día que fue a operarse. La fotografía de montaje con niños incluidos es la confirmación de que las cosas no van bien en la Casa real británica.
A los problemas de salud del rey Carlos III se suman los extraños problemas de salud de su nuera. La princesa de Gales parece que no tomó demasiado bien la presión del nuevo título. Tampoco está llevando bien la presión de la situación de enfermedades familiares el príncipe William.
El primogénito de Carlos y Diana anda un tanto descolocado. Los problemas de salud de su padre y de su esposa lo traen por el camino de la amargura. Se le fue la alegría. En su tristeza, ni tiene ganas de ir a los funerales. Las misas por un muerto son más de lo que puede aguantar. Por eso decidió en el último momento que no iba a la misa por el rey Constantino de Grecia.
La monarquía más conservadora de Europa está en crisis existencial. Después de la Reina Isabel les vino el caos. Ya lo había previsto la princesa Diana en aquella entrevista televisiva en la que hablaba de su divorcio: Carlos de Inglaterra no era hombre para ser rey. Parece que el hijo mayor de Diana de Gales tampoco.
Si hoy viviera Nicolás de Maquiavelo le entregaría al príncipe Guillermo su libro más famoso, "El príncipe", para que lo tuviera a mano como guía. Pero tal vez Guillermo no aceptara los consejos que Maquiavelo le dio a Lorenzo de Medicis.
Al rey Carlos, seguro que Maquiavelo no le daba ningún consejo por ser un caso de ineptitud manifiesta para rey. Desde el día de su entronización puso cara de monarca doliente. Le pesaba el manto de armiño, le pesaba la Corona, le pesaban los gritos de sus conciudadanos, le pesaba el país entero. Ni siquiera el apoyo de su amada Camila le daba las fuerzas necesarias para poner una sonrisa alegre en su cara doliente. Era el rey triste de Inglaterra.
Pero volvamos al hijo, a ese chico cuarentón sin pelo, que da prioridad al acompañamiento de la esposa enferma olvidando el trabajo de príncipe. Ese nuevo Rey triste que se avecina en un futuro no muy lejano no es lo que merecen los británicos.
Yo creo que les iría mejor con Harry reinando. Entre Harry y Meghan llenaban Gran Bretaña de actores y actrices de Hollywood al estilo de aquel Mónaco de Rainero y Grace. Que vuelvan, por favor. Hay demasiada tristeza en el Reino Unido y solo ellos pueden salvar al país de la depresión colectiva.
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María Rey
Economista
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