El café de máquina que puedes tomar en los desayunos del Hotel Táctica en Paterna, España, está que te chupas los dedos. No me extraña que hubiera cola. Yo repetí vasito. Hubiera tomado más si no considerara que un exceso de café es malo para la salud. Este hotel de Paterna es muy recomendable para pasar unos días. Yo no estaba por viaje de placer sino por viaje de negocios. Tenía una reunión en Paterna.
Falta me hizo llevar mi coche. El hotel está a unos diez kilómetros de Valencia. Hay transporte público, pero, cuando no conoces horarios y líneas, es mejor llevar tu propio vehículo. Además, no hay problema a la hora de aparcar el coche. Yo lo dejé fuera y tenía sitio de sobra. No importaba a la hora que llegara de Valencia ciudad o de los alrededores. Siempre había sitio libre para estacionar mi automóvil.
En el hotel tuve la suerte de tener una habitación silenciosa tal como les había pedido en recepción cuando llegué. No se oía ni el trinar de los pajaritos por las mañanas. Sólo te despertaba el ruido del despertador. Yo siempre llevo un despertador cuando viajo. Me gusta despertarme con el mismo sonido que me despierto cuando estoy en mi casa.
Las habitación era sencilla. Muebles sencillos, suelos de tarima de madera, unas colchas grises que no me gustaron nada. Eran de esas colchas que te dan sensación de suciedad por sus colores sufridos. El cuarto de baño estaba mejor. Se veía nuevo. Parecía que hacía poco tiempo que le habían cambiado los sanitarios. La ducha iba de cine.
Os lo recomiendo. Es un hotel que tiene un precio razonable y unos desayunos muy completos, muy ingleses. En este hotel se alojan muchos trabajadores desplazados. Alguna gente se quejaba de que no hubiera un desayuno más simple. Lo podías hacer tú. Era cuestión de arreglarte con el rico café de máquina, coger un bollo y pasar del bacón con huevos.
Falta me hizo llevar mi coche. El hotel está a unos diez kilómetros de Valencia. Hay transporte público, pero, cuando no conoces horarios y líneas, es mejor llevar tu propio vehículo. Además, no hay problema a la hora de aparcar el coche. Yo lo dejé fuera y tenía sitio de sobra. No importaba a la hora que llegara de Valencia ciudad o de los alrededores. Siempre había sitio libre para estacionar mi automóvil.
En el hotel tuve la suerte de tener una habitación silenciosa tal como les había pedido en recepción cuando llegué. No se oía ni el trinar de los pajaritos por las mañanas. Sólo te despertaba el ruido del despertador. Yo siempre llevo un despertador cuando viajo. Me gusta despertarme con el mismo sonido que me despierto cuando estoy en mi casa.
Las habitación era sencilla. Muebles sencillos, suelos de tarima de madera, unas colchas grises que no me gustaron nada. Eran de esas colchas que te dan sensación de suciedad por sus colores sufridos. El cuarto de baño estaba mejor. Se veía nuevo. Parecía que hacía poco tiempo que le habían cambiado los sanitarios. La ducha iba de cine.
Os lo recomiendo. Es un hotel que tiene un precio razonable y unos desayunos muy completos, muy ingleses. En este hotel se alojan muchos trabajadores desplazados. Alguna gente se quejaba de que no hubiera un desayuno más simple. Lo podías hacer tú. Era cuestión de arreglarte con el rico café de máquina, coger un bollo y pasar del bacón con huevos.