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Un hotel donde pasamos unas vacaciones ideales con las niñas fue el Marbella Playa Hotel. Es un hotel que está en la carretera de Cádiz. Enseguida lo encuentras aunque no conozcas mucho la zona. Iba yo conduciendo y llegamos sin perdernos.
Es un hotel muy práctico para unas vacaciones con niños pequeños porque tienes delante la playa. Yo lo agradecí una barbaridad. Detesto conducir con las niñas dentro de mi coche. En estas vacaciones nuestras las niñas se movían muy a su aire por las instalaciones del hotel. Les encantaba la piscina entre palmeras. A la playa también fueron mucho porque había un parque infantil que hacía sus delicias.
Este complejo hotelero cuenta con piscina interior de temporada, es decir, para cuando hace buen tiempo, y piscina exterior con una forma de estanque tropical. Dispone de gimnasio y un minigolf que a mi marido no le gustó mucho. Mi chico es de campos de golf grandes. Dice que el minigolf es para aficionados. Las habitaciones están equipadas con aire acondicionado y televisión vía satélite. No son habitaciones lujosas, pero están muy limpias. Son habitaciones Ikea, como decía mi marido. Yo lo prefiero. Unos suelos de baldosas son siempre mucho más limpios que los de madera. la tarima no me hace mucha gracia y menos en hoteles de verano.
Os lo recomiendo. El Marbella Playa Hotel está a las afueras de Marbella. Es un hotel perfecto para pasar unos días con el marido y con los críos. No te queda muy lejos de las mejores tiendas de marca, sobre todo si tienes un coche a tu disposición. Yo dejé a las niñas con mi marido mientras disfrutaba las tiendas de Marbella. Tienen las mejores marcas.
Hicimos todas las comidas en el hotel. Tiene un restaurante a la carta y un restaurante bufé con cocina en vivo. Da gusto ver cocinar sin manchar tú las manos. Nosotros también fuimos al pub Al-Andalus y a un club de playa que estaba hasta los topes de gente.
Es un hotel muy práctico para unas vacaciones con niños pequeños porque tienes delante la playa. Yo lo agradecí una barbaridad. Detesto conducir con las niñas dentro de mi coche. En estas vacaciones nuestras las niñas se movían muy a su aire por las instalaciones del hotel. Les encantaba la piscina entre palmeras. A la playa también fueron mucho porque había un parque infantil que hacía sus delicias.
Este complejo hotelero cuenta con piscina interior de temporada, es decir, para cuando hace buen tiempo, y piscina exterior con una forma de estanque tropical. Dispone de gimnasio y un minigolf que a mi marido no le gustó mucho. Mi chico es de campos de golf grandes. Dice que el minigolf es para aficionados. Las habitaciones están equipadas con aire acondicionado y televisión vía satélite. No son habitaciones lujosas, pero están muy limpias. Son habitaciones Ikea, como decía mi marido. Yo lo prefiero. Unos suelos de baldosas son siempre mucho más limpios que los de madera. la tarima no me hace mucha gracia y menos en hoteles de verano.
Os lo recomiendo. El Marbella Playa Hotel está a las afueras de Marbella. Es un hotel perfecto para pasar unos días con el marido y con los críos. No te queda muy lejos de las mejores tiendas de marca, sobre todo si tienes un coche a tu disposición. Yo dejé a las niñas con mi marido mientras disfrutaba las tiendas de Marbella. Tienen las mejores marcas.
Hicimos todas las comidas en el hotel. Tiene un restaurante a la carta y un restaurante bufé con cocina en vivo. Da gusto ver cocinar sin manchar tú las manos. Nosotros también fuimos al pub Al-Andalus y a un club de playa que estaba hasta los topes de gente.
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No creo que mis pies vuelvan a pisar los suelos del Hotel Pennsylvania en Nueva York porque quedé horrorizada. No es que esperara mucho de un alojamiento de dos estrellas en la Gran América, pero al menos sí esperaba limpieza. Tener que limpiar yo mi habitación para que estuviera limpia y pudiera dormir libre de porquería no me hizo mucha gracia. No pago para trabajar yo como una kelly.
El Hotel Pennsylvania necesita una reforma a gritos. Yo tuve la suerte de que me dieron una de las mejores habitaciones. Las peores eran como para no entrar. Una amiga mía que viajaba conmigo tuvo que pedir que la cambiaran de cuarto. Yo también lo hubiera pedido si supiera que tenían disponible una habitación recién pintada y con un cuarto de baño que tuviera los sanitarios nuevos. Fue lo que peor llevé: usar una ducha que había conocido tiempos mejores y lo mismo puedo decir de la pileta y del váter. En el Hotel Pennsylvania se limitan a hacer negocio sin preocuparse por la comodidad del cliente.
Por todo esto no os lo recomiendo. Merece la pena gastar un poco más y dormir en una habitación que no tengas que limpiar tú misma. Encima los suelos eran de moqueta. Odio los suelos de moqueta. Lo mejor fue la ubicación y las vistas a las calles que lo rodeaban. Tuve la suerte de que me dieron una de las habitaciones de una planta alta. Eso me liberó también de los ruidos del tráfico. Apenas se oía nada de fuera. Mi amiga, en cambio, estaba de los nervios por el ruido del tráfico y por los ruidos de unos vecinos de habitación más ruidosos que los coches.
Otra queja fue el televisor. Era de plasma, pero muy pequeño. Los televisores que tienen mis hijas en sus habitaciones en casa son más grandes. Ni lo encendí. Tuve bastante para entretenerme con mi portátil y con la tablet. La conexión wi fi era gratis.
El Hotel Pennsylvania necesita una reforma a gritos. Yo tuve la suerte de que me dieron una de las mejores habitaciones. Las peores eran como para no entrar. Una amiga mía que viajaba conmigo tuvo que pedir que la cambiaran de cuarto. Yo también lo hubiera pedido si supiera que tenían disponible una habitación recién pintada y con un cuarto de baño que tuviera los sanitarios nuevos. Fue lo que peor llevé: usar una ducha que había conocido tiempos mejores y lo mismo puedo decir de la pileta y del váter. En el Hotel Pennsylvania se limitan a hacer negocio sin preocuparse por la comodidad del cliente.
Por todo esto no os lo recomiendo. Merece la pena gastar un poco más y dormir en una habitación que no tengas que limpiar tú misma. Encima los suelos eran de moqueta. Odio los suelos de moqueta. Lo mejor fue la ubicación y las vistas a las calles que lo rodeaban. Tuve la suerte de que me dieron una de las habitaciones de una planta alta. Eso me liberó también de los ruidos del tráfico. Apenas se oía nada de fuera. Mi amiga, en cambio, estaba de los nervios por el ruido del tráfico y por los ruidos de unos vecinos de habitación más ruidosos que los coches.
Otra queja fue el televisor. Era de plasma, pero muy pequeño. Los televisores que tienen mis hijas en sus habitaciones en casa son más grandes. Ni lo encendí. Tuve bastante para entretenerme con mi portátil y con la tablet. La conexión wi fi era gratis.
