Hoy caviar, mañana sardinas de Carmen y Gervasio Posadas es la novela que la mujer del embajador quisiera haber escrito. Ha salido en 2021 una nueva edición del texto que escribieron los dos hermanos en 2008, cuando aún vivía la madre. La novela-recetario está escrita basándose en una libreta de recetas de su madre y en los recuerdos de ellos mismos.
La novela se lee de un tirón. Las recetas salpican las anécdotas de la familia de un diplomático uruguayo. La carta de presentación de los diplomáticos es como das de comer, decía la mujer del embajador. Por eso se tomaba tan en serio las comidas. Yo ya había leído este libro cuando salió en el año 2008. Releerlo en esta nueva y cuidada edición ha sido un placer.
La madre de Carmen y Gervasio era una artista en la economía doméstica. Preparaba platos baratos que parecían caros. Por ejemplo, el suflé de queso con una presencia tan cuidada que parecía obra de un chef. Era un simple plato elaborado con queso y huevos.
No es la única receta de su madre que aparece en el libro que me llama la atención. El pastel de falsa langosta engañaba al mismísimo Fraga. Pensaba el entonces ministro de Franco que estaba comiendo pastel de langosta gallega. Nada más lejos de la realidad. El pastel de falsa langosta era rape con zanahoria rallada.
Siguiendo con la lista de platos peculiares, he de señalar la Lasaña muy vegetariana que me inventé para el Marqués de Aracel, un personaje estrafalario que leía la mano. Los autores recuerdan que el excéntrico marqués leyó las manos a los invitados a una cena en la embajada. No solía acertar nada, pero, en aquella ocasión, acertó la muerte de la madre de una invitada. Quedaron horrorizados. La invitada dejó de montar a caballo porque el marqués había predicho su fallecimiento por una caída de caballo.
Otra anécdota digna de recordar es el alojamiento de la familia del embajador en el Hotel Ritz de Madrid cuando llegaron a España. Estuvieron seis meses en el hotel. Les resultó difícil el cambio. Venían de vivir en una casa enorme en Uruguay. Pasar de una casa enorme con caballos en el campo a una habitación de hotel era complicado. Dejan la habitación hecha un asco. La madre había comprado un hornillo para hacer comida para los niños en la habitación. Era muy caro llevar a toda la familia al comedor del hotel. Por eso hizo muchas tortillas en el hornillo.
Os recomiendo el libro. Hoy caviar, mañana sardinas es un libro con mucho humor. No dejas de reírte con las peripecias de la familia de la escritora Carmen Posadas. No cuesta nada imaginar a su madre haciendo un estriptis en Buckingham Palace delante de la mismísima Reina de Inglaterra. El padre presentaba las cartas. La madre entra después del marido, hace la reverencia a la Reina, se le engancha el vestido en una cadena y se le levanta. La Reina la tranquilizó diciéndole que a ella le pasaban cosas peores.
Hoy caviar, mañana sardinas es un libro que nos abre la casa de un embajador por su viaje por el mundo. Me parece un libro maravilloso para leer y también maravilloso para regalar. Cuando llegas a la última página te quedas con ganas de leer más. La vida de la familia de un embajador es muy interesante. Igual de interesantes son las recetas de la madre de Carmen Posadas. Yo tomé nota de la receta del pastel de falsa langosta. Lo preparé en casa y os aseguro que está que te chupas los dedos.
La novela se lee de un tirón. Las recetas salpican las anécdotas de la familia de un diplomático uruguayo. La carta de presentación de los diplomáticos es como das de comer, decía la mujer del embajador. Por eso se tomaba tan en serio las comidas. Yo ya había leído este libro cuando salió en el año 2008. Releerlo en esta nueva y cuidada edición ha sido un placer.
La madre de Carmen y Gervasio era una artista en la economía doméstica. Preparaba platos baratos que parecían caros. Por ejemplo, el suflé de queso con una presencia tan cuidada que parecía obra de un chef. Era un simple plato elaborado con queso y huevos.
No es la única receta de su madre que aparece en el libro que me llama la atención. El pastel de falsa langosta engañaba al mismísimo Fraga. Pensaba el entonces ministro de Franco que estaba comiendo pastel de langosta gallega. Nada más lejos de la realidad. El pastel de falsa langosta era rape con zanahoria rallada.
Siguiendo con la lista de platos peculiares, he de señalar la Lasaña muy vegetariana que me inventé para el Marqués de Aracel, un personaje estrafalario que leía la mano. Los autores recuerdan que el excéntrico marqués leyó las manos a los invitados a una cena en la embajada. No solía acertar nada, pero, en aquella ocasión, acertó la muerte de la madre de una invitada. Quedaron horrorizados. La invitada dejó de montar a caballo porque el marqués había predicho su fallecimiento por una caída de caballo.
Otra anécdota digna de recordar es el alojamiento de la familia del embajador en el Hotel Ritz de Madrid cuando llegaron a España. Estuvieron seis meses en el hotel. Les resultó difícil el cambio. Venían de vivir en una casa enorme en Uruguay. Pasar de una casa enorme con caballos en el campo a una habitación de hotel era complicado. Dejan la habitación hecha un asco. La madre había comprado un hornillo para hacer comida para los niños en la habitación. Era muy caro llevar a toda la familia al comedor del hotel. Por eso hizo muchas tortillas en el hornillo.
Os recomiendo el libro. Hoy caviar, mañana sardinas es un libro con mucho humor. No dejas de reírte con las peripecias de la familia de la escritora Carmen Posadas. No cuesta nada imaginar a su madre haciendo un estriptis en Buckingham Palace delante de la mismísima Reina de Inglaterra. El padre presentaba las cartas. La madre entra después del marido, hace la reverencia a la Reina, se le engancha el vestido en una cadena y se le levanta. La Reina la tranquilizó diciéndole que a ella le pasaban cosas peores.
Hoy caviar, mañana sardinas es un libro que nos abre la casa de un embajador por su viaje por el mundo. Me parece un libro maravilloso para leer y también maravilloso para regalar. Cuando llegas a la última página te quedas con ganas de leer más. La vida de la familia de un embajador es muy interesante. Igual de interesantes son las recetas de la madre de Carmen Posadas. Yo tomé nota de la receta del pastel de falsa langosta. Lo preparé en casa y os aseguro que está que te chupas los dedos.
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