No cabe duda de que agosto es un mes de vacaciones totales. Todo el que puede baja la persiana del chiringuito y se va a pasar unos días lejos de la normalidad habitual. Nuestros monarcas también se suman a la costumbre nacional de desconectar antes de que llegue septiembre con la vuelta al cole.
Así, en pleno mes de agosto, los Reyes de España, Felipe VI y Letizia, han elegido nuevamente Grecia como destino para sus vacaciones privadas, acompañados por sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Tras cumplir con los compromisos institucionales en Palma de Mallorca, incluyendo la tradicional recepción en el Palacio de Marivent y la participación en la Copa del Rey de Vela, la Familia Real emprendió rumbo al Peloponeso, una región que les ofrece privacidad, belleza natural y vínculos personales.
El Falcon oficial aterrizó en Atenas el pasado 7 de agosto, según informaciones publicadas por medios como Mujer Hoy. Aunque Zarzuela no ha confirmado oficialmente el lugar de estancia, diversas fuentes apuntan a que los monarcas se alojan en la villa de sus homólogos neerlandeses, Guillermo Alejandro y Máxima, una propiedad de más de 4.000 metros cuadrados con playa privada y vistas al Golfo Sarónico. Hay una gran amistad entre las dos casas reales. Es lógico que quieran disfrutar el paraíso griego haciéndose compañía.
Este verano tiene un carácter especial para sus hijas. Leonor, tras completar su formación en la Armada, se prepara para ingresar en la Academia General del Aire y del Espacio en San Javier como alférez alumna. Sofía, por su parte, iniciará sus estudios universitarios en Lisboa, en el Forward College, donde cursará Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales.
A pesar del entorno paradisíaco, las vacaciones de nuestros monarcas están teñidas de preocupación. El estado de salud del músico mallorquín Jaume Anglada, amigo cercano del Rey, ha generado inquietud. Anglada permanece en coma inducido tras un grave accidente de tráfico en Palma. Felipe y Letizia siguen de cerca su evolución desde Grecia, en contacto constante con su entorno.
Asimismo, la salud de Irene de Grecia, hermana de la reina emérita Sofía, ha limitado la presencia de esta última en Mallorca. La emérita apenas permaneció 48 horas en la isla antes de regresar a Zarzuela para acompañar a su hermana.
Grecia no es solo un refugio estival para los Reyes, sino también un lugar cargado de significado. Doña Sofía, madre del Rey, nació en Atenas y mantiene estrechos lazos con la familia real griega. Felipe VI conserva una relación cercana con los descendientes de Constantino II, último monarca heleno, lo que refuerza el carácter familiar de estas vacaciones.
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