En boca de todos de Melisa Gómez y Juan Llorca es un libro de sugerencias sobre el bien comer para adultos, pero también nos vale para darles de comer bien a los niños y niñas. Nos dicen los autores de este manual que desde muy temprana edad los más pequeños de la casa se enfrentan a una gran oferta de azúcares. Por eso, según van creciendo, no les gustan las frutas y los vegetales. Los hemos acostumbrado a comer mal sin darnos cuenta.
¿Hay que contarles cuentos a los niños mientras comen? Yo recuerdo que mi madre lo hacía. Pues, según Melisa y Juan, no debe hacerse. Los niños se distraen y no comen. Creo que están muy equivocados. Nada incita más a comer sin darse cuenta que un buen cuento. Yo comía lo que no me gustaba tanto por el cuento de mi madre. Tal vez no todos los cuentos incitan a comer. Los cuentos que me contaba mi madre metían hambre y, si no te abrían el apetito, te abrían las ganas de escuchar el relato y, como para escucharlo había que comer, comías.
También es una estrategia equivocada los premios y castigos nos dicen en el libro. No vale decirle al niño te llevo al cine si comes las verduras o no juegas con la play si no comes los macarrones. menos vale premiar a los niños con chuches. Si premias al niño con un chuche, lo llevas hacia el sobrepeso.
En boca de todos de Melisa Gómez y Juan Llorca recomienda premiar a los niños con palitos de zanahoria, tomates cherry y esas lindezas de la naturaleza pasada por la imaginación de padres y madres. Creo que estos dos no tienen hijos, y, si los tienen, deben ser unos niños bastante distintos a los niños de su clase. Yo no comparto sus recetas para que los niños coman sano. Llevarlas a la práctica es fracasar. En lo que no fracasarías es en poner a los niños a cocinar como los que salen en el famoso master chef junior. Seguro que les gusta hacer de cocinillas. Lo malo es que puedes acabar en las urgencias de un materno. Los niños en la cocina son un peligro por mucho que En boca de todos de Melisa Gómez y Juan Llorca nos digan que los más pequeños de la casa deben colaborar en la cocina y en la compra. Yo a la compra los llevaría. A la cocina ni les dejaría entrar.
Puestos a ponernos en plan cocina sana total, hasta nos recomiendan tener un huerto urbano. Si vives en un piso, te lo montas con macetas. Pasarás de tener geranios a tener tomateras adornando la terraza.
Os recomiendo este libro. Trae hasta montones de recetas y trucos. Si no compartes sus consejos para el buen comer, seguro que le sacas partido a alguna receta. Los trucos tomalos con precaución. Yo he comprobado siempre que los trucos de los demás no me funcionan.
¿Hay que contarles cuentos a los niños mientras comen? Yo recuerdo que mi madre lo hacía. Pues, según Melisa y Juan, no debe hacerse. Los niños se distraen y no comen. Creo que están muy equivocados. Nada incita más a comer sin darse cuenta que un buen cuento. Yo comía lo que no me gustaba tanto por el cuento de mi madre. Tal vez no todos los cuentos incitan a comer. Los cuentos que me contaba mi madre metían hambre y, si no te abrían el apetito, te abrían las ganas de escuchar el relato y, como para escucharlo había que comer, comías.
También es una estrategia equivocada los premios y castigos nos dicen en el libro. No vale decirle al niño te llevo al cine si comes las verduras o no juegas con la play si no comes los macarrones. menos vale premiar a los niños con chuches. Si premias al niño con un chuche, lo llevas hacia el sobrepeso.
En boca de todos de Melisa Gómez y Juan Llorca recomienda premiar a los niños con palitos de zanahoria, tomates cherry y esas lindezas de la naturaleza pasada por la imaginación de padres y madres. Creo que estos dos no tienen hijos, y, si los tienen, deben ser unos niños bastante distintos a los niños de su clase. Yo no comparto sus recetas para que los niños coman sano. Llevarlas a la práctica es fracasar. En lo que no fracasarías es en poner a los niños a cocinar como los que salen en el famoso master chef junior. Seguro que les gusta hacer de cocinillas. Lo malo es que puedes acabar en las urgencias de un materno. Los niños en la cocina son un peligro por mucho que En boca de todos de Melisa Gómez y Juan Llorca nos digan que los más pequeños de la casa deben colaborar en la cocina y en la compra. Yo a la compra los llevaría. A la cocina ni les dejaría entrar.
Puestos a ponernos en plan cocina sana total, hasta nos recomiendan tener un huerto urbano. Si vives en un piso, te lo montas con macetas. Pasarás de tener geranios a tener tomateras adornando la terraza.
Os recomiendo este libro. Trae hasta montones de recetas y trucos. Si no compartes sus consejos para el buen comer, seguro que le sacas partido a alguna receta. Los trucos tomalos con precaución. Yo he comprobado siempre que los trucos de los demás no me funcionan.