Al Papa Francisco le gusta Natalia Garibotto. Le ha dado un like que ha hecho temblar al Vaticano. No lo entienden los cardenales que rodean al pontífice. Este hombre venido de Buenos Aires a una Roma de sotanas serias se ha dejado llevar por la tentación de la carne. Entro en twitter y perdió la cabeza por la guapa brasileña. Fue un desliz. Su dedo santo movió el ratón del ordenador de su despacho y se le escapó un like. Francisco Bergolio no ha dejado de ser un hombre al que le gustan las hembras generosas en culo y pechos.
¿Y quién es la señora Natalia? Una joven con la juventud casi en decadencia que presume de trasero en Instagram. Es un trasero diez. No sabemos si se lo dio la Naturaleza gratis o es obra de un médico especialista en implantes de silicona en las posaderas. Yo, que lo vi en el Instagram de la señora Garibotto, les aseguro que es un buen trasero. Me gustaría saber si hay una clínica de estética que fabrica traseros como el de Natalia. No es que quiera perfeccionar mi culo. Quiero que me contrate la Clínica de los Culos Perfectos para hacerles una campaña de marketing digital. Lo tendría fácil. Estoy segura de que hay muchas mujeres dispuestas a ponerse una réplica del culo de Natalia Garibotto.
El Papa Francisco merece también un like por ese like de hombre terrenal, tentado por una Eva del Paraíso. Yo, que me había hecho atea, estoy a un telediario de volver a abrazar la religión católica cuando tenemos un pontífice que eleva a los altares a las mujeres pecadoras que siento que me representan. Comprendo que Natalia Garibotto se sienta más cerca del Cielo. Ha sido tocada con un like por el representante de San Pedro en la Tierra.
Doña Jimena