El Palacio de Cutre en Villamayor, en Asturias no es nada cutre. Es la típica casona rural a la que a todos nos gusta ir a pasar el fin de semana. En este caso se trata de una casona muy antigua. La construyeron en el siglo XVI.
La casa está rodeada por unos jardines que tienen una extensión de 18.000 metros cuadrados. Sales del jardín y te encuentras una especie de selva bonita que son los bosques del Sueve. Allí mismo está el mar Cantábrico con toda su bravura. Es Naturaleza pura.
Nosotros fuimos con las niñas. Mis hijas se aburrieron un poco hasta que su padre las puso a hacer senderismo. Yo aproveché para quedarme en la casona con mis lecturas. Hice unas cuantas amigas. Unas señoras inglesas me hicieron compañía en un salón muy chulo que hay en la casona.
Nos tocó un fin de semana tranquilo. El fin de semana anterior, me contaron mis amigas, hubiera una boda. Tienen una pequeña capilla para bodas. Yo me alegré de que no hubiera bodas. Me aburren un poco. Es mejor que todo esté tranquilo. Cuando me cansé de leer y de charlar salí a pasear por los prados cercanos. Pasear por un prado relaja mucho. Mi marido y mis hijas se unieron a mis paseos. El segundo día de nuestra estancia fuimos a ver las bonitas casas de aldea que hay por los alrededores. También aprovechamos para hacer la sesión de fotos para el recuerdo. Mi marido eligió como escenario de fondo un fresno y un tilo que hay a la entrada del Palacio de Cutre.
Los dormitorios están en la planta superior. Abajo encontramos los salones y el comedor. Me gusta el reparto. También me sentí cómoda en una habitación decorada con sencillez. Me recordó la casa de mi madre. Había una pequeña mesa camilla con su cristal por encima que era igualita a la que tienen mi madre en su sala de estar. Los cuadros también eran iguales a los que puede haber en cualquier casa. Los dueños no gastaron dinero en pinturas de pintores famosos. Las paredes pintadas de color crema oscuro combinaban bien con las grandes ventanas con piedra a la vista. El mobiliario se veía viejo, antiguo, decía mi marido. Casi me daba miedo sentarme en las sillas. Temía que se rompieran. No fue el caso. Los muebles viejos son muy duros porque están fabricados con madera de castaño.
El Palacio Cutre es ideal para un fin de semana largo en plena naturaleza asturiana. Os lo recomiendo. Cangas de Onís queda a 17 kilómetros. Las distancias no son grandes a los principales puntos de interés de Asturias. Yo aproveché para ir al balneario que hay en Borines. Queda a 12 kilómetros. Lo necesitaba. De vez en cuando las aguas de balneario me vienen de cine para quitarme de encima el estrés.
La casa está rodeada por unos jardines que tienen una extensión de 18.000 metros cuadrados. Sales del jardín y te encuentras una especie de selva bonita que son los bosques del Sueve. Allí mismo está el mar Cantábrico con toda su bravura. Es Naturaleza pura.
Nosotros fuimos con las niñas. Mis hijas se aburrieron un poco hasta que su padre las puso a hacer senderismo. Yo aproveché para quedarme en la casona con mis lecturas. Hice unas cuantas amigas. Unas señoras inglesas me hicieron compañía en un salón muy chulo que hay en la casona.
Nos tocó un fin de semana tranquilo. El fin de semana anterior, me contaron mis amigas, hubiera una boda. Tienen una pequeña capilla para bodas. Yo me alegré de que no hubiera bodas. Me aburren un poco. Es mejor que todo esté tranquilo. Cuando me cansé de leer y de charlar salí a pasear por los prados cercanos. Pasear por un prado relaja mucho. Mi marido y mis hijas se unieron a mis paseos. El segundo día de nuestra estancia fuimos a ver las bonitas casas de aldea que hay por los alrededores. También aprovechamos para hacer la sesión de fotos para el recuerdo. Mi marido eligió como escenario de fondo un fresno y un tilo que hay a la entrada del Palacio de Cutre.
Los dormitorios están en la planta superior. Abajo encontramos los salones y el comedor. Me gusta el reparto. También me sentí cómoda en una habitación decorada con sencillez. Me recordó la casa de mi madre. Había una pequeña mesa camilla con su cristal por encima que era igualita a la que tienen mi madre en su sala de estar. Los cuadros también eran iguales a los que puede haber en cualquier casa. Los dueños no gastaron dinero en pinturas de pintores famosos. Las paredes pintadas de color crema oscuro combinaban bien con las grandes ventanas con piedra a la vista. El mobiliario se veía viejo, antiguo, decía mi marido. Casi me daba miedo sentarme en las sillas. Temía que se rompieran. No fue el caso. Los muebles viejos son muy duros porque están fabricados con madera de castaño.
El Palacio Cutre es ideal para un fin de semana largo en plena naturaleza asturiana. Os lo recomiendo. Cangas de Onís queda a 17 kilómetros. Las distancias no son grandes a los principales puntos de interés de Asturias. Yo aproveché para ir al balneario que hay en Borines. Queda a 12 kilómetros. Lo necesitaba. De vez en cuando las aguas de balneario me vienen de cine para quitarme de encima el estrés.
-----------------------
COMPRA AQUÍ TU MÓVIL DEL SIGLO XXI: