Perfumes para nosotras

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Un olor distinto para cada momento

lunes, 14 de junio de 2021

Tecnología para investigar a los pobres

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Stereo es una red social que nos ofrece una manera de compartir nuestros podcasts con el resto de usuarios. Es una aplicación gratuita. Tiene versión para iOS y para Android.

El podcast es el futuro. A diferencia de un vídeo, lo puedes grabar aunque estés en pijama. Nadie te ve. Sólo te escuchan. Lo que estás subiendo son conversaciones. Por eso no me extraña que tenga cada día más adeptos. Los usuarios de Stereo pueden unirse a las salas abiertas para escuchar las conversaciones. Si lo estiman oportuno, podrían interactuar enviando mensajes cortos de voz.

Os recomiendo Stereo, es una red social muy intuitiva. Para encontrar las conversaciones que te interesan, la aplicación nos ofrece un sistema de hastags y temáticas que van categorizando los contenidos.

Yo la bajé porque era gratuita. Quería probarla. Tengo que confesaros que no me convence del todo. Soy bastante tímida. Entablar una conversación oral con otra persona sobre un tema concreto se me hace cuesta arriba. Mi marido la probó y dice que es como una llamada de teléfono de toda la vida. Podría considerarse así. La diferencia está en que el resto de usuarios de la aplicación pueden irse uniendo para escuchar la charla. Esto es lo que me gusta más: dejar notas de voz en las conversaciones que escucho y a las que siento que tengo algo que aportar. Me van más los papeles secundarios que los papeles principales en Stereo.

Puedes descargar la app aunque sólo sea para descubrirla. Si no te gusta, no pierdes nada al ser gratuita. Muchas amigas y amigos míos se han enganchado. Yo todavía no estoy enganchada del todo. Sólo entro de vez en cuando. Me resulta amena para entretenerme durante mis viajes en el transporte público. Enganchas unos auriculares en el móvil y escuchas voces humanas. Hay conversaciones sobre todo tipo de temas, algunas muy curradas.
2
La automatización de la desigualdad de Virginia Eubanks es un libro sobre las consecuencias de la tecnología en nuestra sociedad. La tecnología, dice la autora, afecta a los derechos civiles y a la equidad económica. Los sistemas automatizados están controlando nuestras vidas, una vez que han desplazado a los sistemas humanos. No tenemos privacidad. Los pobres, sobre todo, no tienen privacidad.

Virginia está convencida de que la automatización es muy perjudicial para las clases más humildes. Los sistemas más invasivos están dirigidos a los pobres. La autora dedica buena parte de las 304 páginas del libro a investigar el impacto de la ingeniería de datos aplicados a las personas pobres y de clase trabajadora de EEUU. Está convencida de que Estados Unidos siempre ha utilizado su ciencia y tecnología para contener, investigar y castigar a los sintecho.

La portada del libro subraya esta idea con la foto de un sintecho pidiendo en la calle. Para que no nos queden dudas resalta la palabra desigualdad. Virginia Eubanks es una mujer muy comprometida con los más humildes. No me extrañaría que destinara parte de los beneficios que le reporta un libro que nos venden por 19 euros a los desfavorecidos.

Os recomiendo La automatización de la desigualdad. Dice verdades a tener en cuenta. Yo también estoy convencida de que los ricos no son tan investigados por los sistemas automatizados. Será porque están detrás de los sistemas automatizados que investigan a los que consideran sus enemigos, es decir, a los pobres.

El libro es muy pesimista. No es un libro para leer en momentos bajos. La señora Eubanks nos presenta un mundo dividido en ricos y pobres que deprime. No plantea salidas. Si eres pobre vas a ser investigada. Si eres rica pasarán de ti. Los poderosos ven como enemigos a los más pobres. Temen que se revolucionen y desencadenen una serie de conflictos al estilo de la Revolución Francesa que acabó con muchos de los privilegios de la nobleza del momento. La automatización de la desigualdad recoge una teoría conspiratoria.
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