Doña Isabel se apoya
en el bastón que usaba
su difuntísimo esposo
y reconoce que tiene
problemas en una pierna
que le duele más que otra.
Se ríe Isabel II
de los achaques y disfruta
de ser la Reina más vieja
con un heredero anciano
casado en segundas nupcias.
Da la mano, no se pone
mascarillas que la afeen,
pasa de todo escándalo
de su familia extensa.
No le importa que le digan
que Harry está muy lejos
y no pregunta por ese
hijo Andrés que anda cerca.
A Camila la ve reina
consorte cuando le toque
a su Carlos ser Rey viejo.
¡Dios salve a esta Reina
que lleva bolso y bastón!
¡Dios le dé mucha existencia!
--------------------------
La soberana recibió en audiencia en el Castillo de Windsor a dos cargos militares a los que les contó: 'Como pueden ver, no me puedo mover' www.hola.com |