1
Mi chico quiso sorprenderme con un hotel distinto y lo consiguió con el Astoria7 en San Sebastián, España, un hotel que tiene miles de recuerdos de las actrices y actores famosos que han pasado por el Festival de Cine de San Sebastián. Pese a esta ambientación tan cinéfila no es una decoración estridente. Las fotos de los actores y actrices enmarcadas sobre las camas de las habitaciones quedan muy chic.
Nuestra habitación tenía una bonita imagen en blanco y negro de Sean Penn. Tuvimos la mala suerte de que el hotel estaba hasta los topes y no pudimos elegir otra habitación. Mi marido quería una habitación con una gran foto enmarcada de una actriz. Yo hubiera preferido otro actor. Sean Penn no entra en mis gustos sobre el género masculino.
Todas las habitaciones de este hotel tienen WiFi gratuita y televisor de pantalla plana, cada una dedicada a un actor o director que ha visitado la ciudad, como os he dicho. La nuestra era muy silenciosa. Las habitaciones del Astoria7 están insonorizadas perfectamente. No escuchas los ruidos de la habitación vecina. La decoración era actual, de estilo elegante y en tonos penumbrosos. Disponen de aire acondicionado, televisión vía satélite y una cama muy cómoda y grande. El cuarto de baño era precioso. Era un baño de mármol con espejo de aumento. Yo me veía en el espejo como una estrella de Hollywood.
Nos quedamos a comer y a cenar en el restaurante del hotel. El restaurante del Astoria sirve platos de cocina vasca y española para almorzar a precios un poco altos. En el bar cafetería se puede tomar un desayuno buffet por las mañanas con zumos de naranja naturales y pintxos tradicionales vascos durante el resto del día. Sólo por lo bien que se come en el restaurante os recomiendo este hotel. Nosotros no descartamos volver. Les enseñamos fotos a las niñas y están muy interesadas en alojarse en habitaciones decoradas con fotos de estrellas de la gran pantalla.
Nuestra habitación tenía una bonita imagen en blanco y negro de Sean Penn. Tuvimos la mala suerte de que el hotel estaba hasta los topes y no pudimos elegir otra habitación. Mi marido quería una habitación con una gran foto enmarcada de una actriz. Yo hubiera preferido otro actor. Sean Penn no entra en mis gustos sobre el género masculino.
Todas las habitaciones de este hotel tienen WiFi gratuita y televisor de pantalla plana, cada una dedicada a un actor o director que ha visitado la ciudad, como os he dicho. La nuestra era muy silenciosa. Las habitaciones del Astoria7 están insonorizadas perfectamente. No escuchas los ruidos de la habitación vecina. La decoración era actual, de estilo elegante y en tonos penumbrosos. Disponen de aire acondicionado, televisión vía satélite y una cama muy cómoda y grande. El cuarto de baño era precioso. Era un baño de mármol con espejo de aumento. Yo me veía en el espejo como una estrella de Hollywood.
Nos quedamos a comer y a cenar en el restaurante del hotel. El restaurante del Astoria sirve platos de cocina vasca y española para almorzar a precios un poco altos. En el bar cafetería se puede tomar un desayuno buffet por las mañanas con zumos de naranja naturales y pintxos tradicionales vascos durante el resto del día. Sólo por lo bien que se come en el restaurante os recomiendo este hotel. Nosotros no descartamos volver. Les enseñamos fotos a las niñas y están muy interesadas en alojarse en habitaciones decoradas con fotos de estrellas de la gran pantalla.
2
En el Hotel Coia de Vigo encontré lo que busco cuando viajo en familia: una habitación grande con sala de estar para estar cómodamente un fin de semana largo. Tuvimos tanta suerte que hasta hacía buen tiempo y pudimos acercarnos a la playa. El hotel está a 13 minutos a pie de la playa. Te ahorras el lio de llevar coche. Es un hotel perfecto para unas vacaciones de sol y playa urbana en Vigo. El hotel está ubicado a solo 500 metros de la Plaza de América de la ciudad de Vigo. Es muy fácil de encontrar.
Nuestra habitación tenía una decoración un tanto antigua como antigua también es la decoración de las estancias comunes del hotel. Predominan los colores cremas y amarronados, el mármol sobre todo en la entrada y en las escaleras. El hotel necesita una remodelación que lo actualice. Tal vez no se la hacen porque quieren mantener su aire de hotel serio.
El desayuno no me pareció tan serio. Parecía un desayuno de piso de barrio. Ni siquiera se molestaron en sacar los zumos de cartón y de botellín de sus envases y ponerlos en una jarra. Todo era muy de supermercado. Mi hija mayor me preguntó si estábamos en el súper del hotel. Lo parecía. Las niñas se pusieron hasta las cejas de bollería industrial. A mí se me fue el apetito al ver tanto bollo colocado como en los lineales de los supermercados.
Poco estuvimos en el hotel. Hicimos mucho turismo por los alrededores. Mi marido quiso ir al fútbol aprovechando que el hotel se encuentra cerca de los estadios de la ciudad, al suroeste del centro histórico. Yo casi hubiera preferido acercarme a Portugal. El hotel te queda a tan solo 25 kilómetros de la frontera con Portugal. Me fui de tiendas mientras mi chico disfrutaba del fútbol en directo. Al día siguiente fuimos todos a la Isla de La Toja.
Os recomiendo este hotel. Tiene una decoración un tanto antigua, pero las habitaciones son grandes, sobre todo las familiares. No te cobran la conexión wi fi. El parking también es gratis. Ah... y hay habitaciones de no fumadores. Todo un detalle para los que no aguantamos el humo.
Nuestra habitación tenía una decoración un tanto antigua como antigua también es la decoración de las estancias comunes del hotel. Predominan los colores cremas y amarronados, el mármol sobre todo en la entrada y en las escaleras. El hotel necesita una remodelación que lo actualice. Tal vez no se la hacen porque quieren mantener su aire de hotel serio.
El desayuno no me pareció tan serio. Parecía un desayuno de piso de barrio. Ni siquiera se molestaron en sacar los zumos de cartón y de botellín de sus envases y ponerlos en una jarra. Todo era muy de supermercado. Mi hija mayor me preguntó si estábamos en el súper del hotel. Lo parecía. Las niñas se pusieron hasta las cejas de bollería industrial. A mí se me fue el apetito al ver tanto bollo colocado como en los lineales de los supermercados.
Poco estuvimos en el hotel. Hicimos mucho turismo por los alrededores. Mi marido quiso ir al fútbol aprovechando que el hotel se encuentra cerca de los estadios de la ciudad, al suroeste del centro histórico. Yo casi hubiera preferido acercarme a Portugal. El hotel te queda a tan solo 25 kilómetros de la frontera con Portugal. Me fui de tiendas mientras mi chico disfrutaba del fútbol en directo. Al día siguiente fuimos todos a la Isla de La Toja.
Os recomiendo este hotel. Tiene una decoración un tanto antigua, pero las habitaciones son grandes, sobre todo las familiares. No te cobran la conexión wi fi. El parking también es gratis. Ah... y hay habitaciones de no fumadores. Todo un detalle para los que no aguantamos el humo.
3
Estuve con unas amigas en el HF Ipanema Park en Oporto, Portugal. La elección fue de una amiga a la que le encantan las piscinas en las azoteas de los edificios. A mí como que me da igual, aunque reconozco que tiene su gracia darse un chapuzón con el cielo más cerca de tu cabeza. Las vistas desde la última planta de este hotel son maravillosas.
Cogimos una suite y una habitación más moderna para mí. No quería vivir en una especie de piso con mis amigas. Cuando viajo sin mi familia opto por la soledad de una habitación para mí sola. Las habitaciones y suites de este hotel de 5 estrellas disponen de televisión por cable con canales de deportes para aburrir. En el televisor de mi habitación no salía otra cosa que no fuera fútbol. Lo dejé por imposible. También tienes minibar, conexión Wi-Fi gratuita y aire acondicionado para quitarte el calor de encima. Falta nos hizo. Hacía un calor que te asabas nada más salir por la puerta del hotel. Mi habitación estaba decorada en tonos azules y blancos. Era mucho más jovial que la suite de mis amigas, decorada en tonos cremosos marrones. Lo único que me disgustó de mi habitación fue una suelo enmoquetado. Odio la moqueta.
No nos quedamos a comer ni a cenar en el hotel. Alquilamos un coche y nos fuimos a la zona de playa de Foz do Douro. Por allí hay muchos restaurantes, cafeterías y bares y te queda a 5 minutos en coche. Los precios no eran tan caros como me suponía. Y la comida era estupenda.
El hotel cuenta con gimnasio, pista de squash, la piscina chula de la última planta. No te aburres. Yo pedí el servicio de masajes en las habitaciones. Me dejaron nueva. También hay servicio de guardería. Me hubiera venido de cine si hubiera llevado a las niñas.
No queda este hotel que os recomiendo lejos del aeropuerto. El Ipanema Park está a 12 kilómetros del aeropuerto internacional Francisco Sá Carneiro. Nosotras fuimos en taxi. También queda cerca, a unos 10 minutos en coche, de la zona de Ribeira, que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y que una amiga mía se empeñó en ir a conocer.
Cogimos una suite y una habitación más moderna para mí. No quería vivir en una especie de piso con mis amigas. Cuando viajo sin mi familia opto por la soledad de una habitación para mí sola. Las habitaciones y suites de este hotel de 5 estrellas disponen de televisión por cable con canales de deportes para aburrir. En el televisor de mi habitación no salía otra cosa que no fuera fútbol. Lo dejé por imposible. También tienes minibar, conexión Wi-Fi gratuita y aire acondicionado para quitarte el calor de encima. Falta nos hizo. Hacía un calor que te asabas nada más salir por la puerta del hotel. Mi habitación estaba decorada en tonos azules y blancos. Era mucho más jovial que la suite de mis amigas, decorada en tonos cremosos marrones. Lo único que me disgustó de mi habitación fue una suelo enmoquetado. Odio la moqueta.
No nos quedamos a comer ni a cenar en el hotel. Alquilamos un coche y nos fuimos a la zona de playa de Foz do Douro. Por allí hay muchos restaurantes, cafeterías y bares y te queda a 5 minutos en coche. Los precios no eran tan caros como me suponía. Y la comida era estupenda.
El hotel cuenta con gimnasio, pista de squash, la piscina chula de la última planta. No te aburres. Yo pedí el servicio de masajes en las habitaciones. Me dejaron nueva. También hay servicio de guardería. Me hubiera venido de cine si hubiera llevado a las niñas.
No queda este hotel que os recomiendo lejos del aeropuerto. El Ipanema Park está a 12 kilómetros del aeropuerto internacional Francisco Sá Carneiro. Nosotras fuimos en taxi. También queda cerca, a unos 10 minutos en coche, de la zona de Ribeira, que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y que una amiga mía se empeñó en ir a conocer.
4
Fue un acierto alojarnos en la A casa di Edi en Roma porque tuvimos más espacio que en una habitación de hotel y también más libertad. De las comidas se encargó mi chico. Es muy cocinillas.
En Roma hacía una calor digna de un horno. Menos mal que en el apartamento contamos con un buen aire acondicionado. Yo me hubiera quedado en el apartamento todo el tiempo, pero mi chico quería hacer turismo. Nos fuimos andando los 400 metros que había hasta los Museos Vaticanos. Mi chico quería que las niñas vieran los tesoros de la Iglesia romana. Quedaron a cuadros. Un motivo más para que sigan siendo ateas igual que sus padres. Poco más turismo hicimos. En el apartamento se estaba mucho mejor que en la calle. Desde las ventanas teníamos unas vistas a la ciudad de película. Mi marido pudo hacer sus fotos desde la ventana. Sólo hicimos otra salida de turismo para dar un paseo de 350 metros hasta la estación de metro de Cipro y otros 350 metros para regresar a nuestro pistio alquilado en la ciudad eterna. Estuvimos muy cómodos. Yo trabajé como en mi casa gracias a la WiFi gratuita que hay en todo el establecimiento.
El apartamento dispone de cocina con horno para cocinar todo lo que desees y ahrorar dinero en restaurantes. Roma es una ciudad muy cara. Por un café nos cobraron 10 euros. Lo tomó mi marido. Yo salí del bar porque no pago 10 euros por un café ni que tenga un antojo. El café lo preparé en la cocina del apartamento. Además, el alojamiento A casa di Edi proporciona toallas y la ropa de cama más que suficiente.
Mi marido fue con las niñas hasta el Vaticano. El establecimiento A casa di Edi se halla a 900 metros de la basílica de San Pedro y de la famosa plaza de San Pedro. Fueron unas horas antes de marchar. me quedé haciendo las maletas de todos. Al aeropuerto nos acercaban unos amigos que viven en Roma. No fue mucho favor. El aeropuerto de Roma-Ciampino queda a 33 kilómetros.
En Roma hacía una calor digna de un horno. Menos mal que en el apartamento contamos con un buen aire acondicionado. Yo me hubiera quedado en el apartamento todo el tiempo, pero mi chico quería hacer turismo. Nos fuimos andando los 400 metros que había hasta los Museos Vaticanos. Mi chico quería que las niñas vieran los tesoros de la Iglesia romana. Quedaron a cuadros. Un motivo más para que sigan siendo ateas igual que sus padres. Poco más turismo hicimos. En el apartamento se estaba mucho mejor que en la calle. Desde las ventanas teníamos unas vistas a la ciudad de película. Mi marido pudo hacer sus fotos desde la ventana. Sólo hicimos otra salida de turismo para dar un paseo de 350 metros hasta la estación de metro de Cipro y otros 350 metros para regresar a nuestro pistio alquilado en la ciudad eterna. Estuvimos muy cómodos. Yo trabajé como en mi casa gracias a la WiFi gratuita que hay en todo el establecimiento.
El apartamento dispone de cocina con horno para cocinar todo lo que desees y ahrorar dinero en restaurantes. Roma es una ciudad muy cara. Por un café nos cobraron 10 euros. Lo tomó mi marido. Yo salí del bar porque no pago 10 euros por un café ni que tenga un antojo. El café lo preparé en la cocina del apartamento. Además, el alojamiento A casa di Edi proporciona toallas y la ropa de cama más que suficiente.
Mi marido fue con las niñas hasta el Vaticano. El establecimiento A casa di Edi se halla a 900 metros de la basílica de San Pedro y de la famosa plaza de San Pedro. Fueron unas horas antes de marchar. me quedé haciendo las maletas de todos. Al aeropuerto nos acercaban unos amigos que viven en Roma. No fue mucho favor. El aeropuerto de Roma-Ciampino queda a 33 kilómetros.