Perfumes para nosotras

Perfumes para nosotras
Un olor distinto para cada momento

lunes, 30 de agosto de 2021

La Princesa Leonor entre los muchos alumnos españoles que estudian en el extranjero

 Nada nuevo bajo el sol. Ver como la Princesa Leonor marcha al extranjero a cursar estudios es ver a una alumna más de los miles de alumnos españoles que todos los años cambian los pupitres patrios por los pupitres del resto del mundo. Estudiar en el extranjero es una moda. Los papás y las mamás de los niños y niñas creen que están abriéndoles un abanico de posibilidades que no tendrían quedando en esta España nuestra. Ya en el año 2015 había 34.326 españoles que estudiaban en el extranjero. Una cifra que suponía un aumento del 46% respecto a diez años antes. Los madrileños y los catalanes son los que más se apuntan a la moda. Los baleares no quedan atrás. En el 2019 había aumentado un 20,8% el número de alumnos baleares que estudiaban fuera del territorio nacional. No cabe duda que estamos ante una moda global.

A mí no me convence esa moda. Soy muy de andar por casa. No me siento ni más tonta ni más lista por haber estudiado en la ciudad donde vivo. Tampoco tuve la posibilidad de marchar tirando de una maleta y cargando con una mochila. Mis padres no lo hubieran permitido. Seguro que me borraban de su Registro Civil. Yo había sido una hija engendrada para ser una mujer felpudo en el futuro, es decir, esa mujer que acabará cuidando a sus mayores, criando a sus hijos y aguantando un marido. Sólo he hecho lo primero. Criar hijos y aguantar un marido me lo he prohibido a mí misma en nombre de mi Libertad con mayúscula. No podía ser tan tonta.

 Leonor no será una mujer felpudo. La espera la dicha. Tiene el futuro tan de cara que no lo cree ni ella misma. Cuando le diga a alguna niña pobre becada en su caro colegio de Gales que va a ser la futura Jefa de Estado de España, la pobrecita no lo creerá. Más bien pensará que está soñando. Leonor empezará a creer que lo pobres también existen, pero no lo pasan tan mal porque los internados caros les dan becas. Tal vez se haga amiga de su compañera pobre y deje de lado a Alexia de Holanda. 
María Rey
Economista