No hemos hablado demasiado de la marca Vertu, un fabricante de teléfono de alto estatus que quiere que su marca destile un estatus sociocioeconómico muy elevado, aunque ello no se refleje en los componentes internos. Esta línea de alto estatus es la que quiere transmitir con su nuevo terminal, el nuevo Vertu Constellation, un nuevo terminal de precio prohibitivo para el común de los mortales.
El Vertu Constellation se venderá como un terminal para los más pudientes y que quieran presumir de tener en sus manos uno de los terminales más exclusivos. Este terminal irá equipado con unas características un poco dejadas atrás, pues poseerá un procesador de cuatro núcleos de 1.7 GHz que no puede competir con el Snapdragon 800, que ronda los 2.3 GHz.
Aún así, sí que poseerá materiales nobles, como por ejemplo una pantalla de 4.3 pulgadas cubierta de una lámina de 5.1 pulgadas de cristal de zafiro, un material casi tan duro como el diamante y que evitará arañazos de casi todo tipo. La carcasa tampoco se queda corta, pues está fabricada con titanio y una cubierta de auténtico cuero de vaca, a diferencia del Samsung Galaxy Note 3, que es plástico con textura de sintético.
Salvo estas cuestiones, no tiene nada demasiado destacable, pues posee Android 4.2, 32Gb de almacenamiento, cámara de 13 megapíxeles con capacidad de grabación a 1080p. El precio se aleja de lo que mucha gente podrá pagar por un teléfono, que será de unos 4.900 euros.
El Vertu Constellation se venderá como un terminal para los más pudientes y que quieran presumir de tener en sus manos uno de los terminales más exclusivos. Este terminal irá equipado con unas características un poco dejadas atrás, pues poseerá un procesador de cuatro núcleos de 1.7 GHz que no puede competir con el Snapdragon 800, que ronda los 2.3 GHz.
Aún así, sí que poseerá materiales nobles, como por ejemplo una pantalla de 4.3 pulgadas cubierta de una lámina de 5.1 pulgadas de cristal de zafiro, un material casi tan duro como el diamante y que evitará arañazos de casi todo tipo. La carcasa tampoco se queda corta, pues está fabricada con titanio y una cubierta de auténtico cuero de vaca, a diferencia del Samsung Galaxy Note 3, que es plástico con textura de sintético.
Salvo estas cuestiones, no tiene nada demasiado destacable, pues posee Android 4.2, 32Gb de almacenamiento, cámara de 13 megapíxeles con capacidad de grabación a 1080p. El precio se aleja de lo que mucha gente podrá pagar por un teléfono, que será de unos 4.900 euros.