El Four Seasons Resort Bora Bora es un hotel espectacular para pasar unas vacaciones con tu pareja. Estás como en el paraíso. Mi chico decía que éramos como Adán y Eva.
Es un hotel precioso. Te enamoras de él desde que llegas y, cuando marchas, lamentas tener que irte. Yo me hubiera a quedado a vivir allí sin pensarlo dos veces. Tiene unos jardines de ensueño y todo el hotel es puro lujo.
Las habitaciones se encuentran en bungalows dentro de la preciosa laguna. Es como en el paraíso. Desde nuestra habitación había unas vistas estupendas. Era como estar en el Paleolítico, pero con todas las comodidades de la vida moderna.
El personal es muy atento. Te tratan como a una reina y lo tienen todo muy limpio. Yo temía que la limpieza dejara bastante que desear. No fue el caso. Estaban todas las estancias como los chorros del oro.
Nos quedamos a comer y a cenar en el complejo hotelero. Tiene varios restaurantes. Los restaurantes son variados en cuanto a su oferta culinaria. Hay desde restaurantes con comida polinesa hasta restaurantes especializados en comida asiática.
No te aburres. El hotel tiene una alberca al aire libre, un buen gimnasio, jardines, playas. Puedes practicar deportes como el sutthe, scooter, snorkel, etc. Yo no me apunté a los deportes. Soy más bien sedentaria. Sólo acompañé un día a mi marido al gimnasio porque quería estrenar un chándal nuevo.
Os lo recomiendo. El Four Seasons Resort Bora Bora es un hotel idílico. Mi marido les dijo que celebrábamos nuestro aniversario de bodas y nos trajeron un regalo a nuestra habitación. Lo del aniversario era mentira. Mi chico es un jeta. Los bombones que nos trajeron eran de los mejorcitos. Allí todo lo hacen estupendo. Ah... y no hay mosquitos. Parece que estás en el Mediterráneo. La decoración es muy paleolítica. Madera por todas partes. Tampoco te imaginas otro tipo de decoración. Aquello es un paraíso y en los paraísos sólo puede haber chozas de lujo.
Es un hotel precioso. Te enamoras de él desde que llegas y, cuando marchas, lamentas tener que irte. Yo me hubiera a quedado a vivir allí sin pensarlo dos veces. Tiene unos jardines de ensueño y todo el hotel es puro lujo.
Las habitaciones se encuentran en bungalows dentro de la preciosa laguna. Es como en el paraíso. Desde nuestra habitación había unas vistas estupendas. Era como estar en el Paleolítico, pero con todas las comodidades de la vida moderna.
El personal es muy atento. Te tratan como a una reina y lo tienen todo muy limpio. Yo temía que la limpieza dejara bastante que desear. No fue el caso. Estaban todas las estancias como los chorros del oro.
Nos quedamos a comer y a cenar en el complejo hotelero. Tiene varios restaurantes. Los restaurantes son variados en cuanto a su oferta culinaria. Hay desde restaurantes con comida polinesa hasta restaurantes especializados en comida asiática.
No te aburres. El hotel tiene una alberca al aire libre, un buen gimnasio, jardines, playas. Puedes practicar deportes como el sutthe, scooter, snorkel, etc. Yo no me apunté a los deportes. Soy más bien sedentaria. Sólo acompañé un día a mi marido al gimnasio porque quería estrenar un chándal nuevo.
Os lo recomiendo. El Four Seasons Resort Bora Bora es un hotel idílico. Mi marido les dijo que celebrábamos nuestro aniversario de bodas y nos trajeron un regalo a nuestra habitación. Lo del aniversario era mentira. Mi chico es un jeta. Los bombones que nos trajeron eran de los mejorcitos. Allí todo lo hacen estupendo. Ah... y no hay mosquitos. Parece que estás en el Mediterráneo. La decoración es muy paleolítica. Madera por todas partes. Tampoco te imaginas otro tipo de decoración. Aquello es un paraíso y en los paraísos sólo puede haber chozas de lujo.