Perfumes para nosotras

Perfumes para nosotras
Un olor distinto para cada momento

lunes, 18 de diciembre de 2017

Mis vacaciones de joven eterna




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Lo que más me gustó del Turim Ibéria Hotel fue que estuviera la parada del metro cerca. No habíamos llevado coche y necesitábamos recurrir al transporte público porque mi marido no quería alquilar ningún coche. Sus reuniones de trabajo eran en los salones del hotel y tanto le daba que yo pudiera ir de compras al centro como no. Servidora se arregló con el metro. 

El hotel se ve muy nuevo, bien cuidado y tiene unas habitaciones grandes y confortables. La nuestra era tan grande que parecía una habitación con salón incluido. Esto me gustó porque mi marido pudo trabajar con su ordenador hasta altas horas de la noche sin despertarme. Mi santo estaba en la zona de salita de estar y yo durmiendo como una princesa en una gran cama de matrimonio que tenía un colchón fantástico. 

Igual de fantástico me pareció el desayuno. Era un buffet amplio, variado y con productos de calidad. Tenían un pan muy sabroso y la bollería estaba deliciosa. pasé del bacon y de los fiambres. Mi marido, en cambio, se puso hasta las cejas de fiambres y frutas. 

El spa nos iba incluido en el precio. Todo un detalle. Pude ir al spa todas las veces que quise sin que me cobraran un suplemento. Por cierto, no estaba muy concurrido. Parece que cuando dan el spa gratis hay menos gente. Los huéspedes piensan que estará hasta los topes y ya no van. 

Os recomiendo este hotel en Lisboa. Es un hotel tranquilo, limpio, silencioso y que te queda cerca del centro de Lisboa. Además, está muy bien comunicado por metro con el resto de la ciudad. Yo quedé muy contenta con los servicios recibidos en el Turim Ibéria Hotel. Por eso volvería sin pensarlo dos veces. Lo único que eché de menos fue a mis hijas. Este era un viaje que hacíamos solos, Yo soy una madre que no puede ir a ningún sitio sin sus princesitas.




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El senderismo está de moda y yo me apunto a la moda de andar para contentar a mi esposo. Mi santo hace otras cosas para contentarme a mí. Así funciona nuestro matrimonio: contentándonos mutuamente. Pues bien, hicimos este camino encantado de Asturias con nuestras hijas y con mi suegra. Las niñas se lo pasaron muy bien porque es una senda que se sale de lo habitual gracias a las figuras de madera que encuentras. 

Es una senda entre construcciones tradicionales que va pasando por unos noventa pequeños pueblos que suman unos 14.000 habitantes. Nosotros salimos de la Venta dos Pobres, una aldea pequeña situada a la orilla del río San Miguel. Es donde se inicia la ruta del Camin Encantau de Llanes. 

Mi marido sacó muchas fotos de las pequeñas localidades con sus hórreos y casas asturianas de piedra y madera. Son unas construcciones típicas que ya no se hacen hoy en día ni en Asturias ni en ningún sitio. Es una pna. Me gustan más esas casas viejas que te encuentras por el Camin Encantau de Llanes que los nuevos chalés que construyen hoy día en las aldeas. 

Es una senda muy saludable. Hay bosques en el camino y figuras de madera de diablos, hombres del saco y unas de un diablo burlón que hicieron las delicias de mis dos princesitas. Querían llevarlas para casa. Su abuela se esmeró en explicarles que no se vendía. Mis hijas piensan que el vil metal lo compra todo. A mi suegra le gustó mucho una zona de acantilados que hay en este camino encantado de Asturias. Es muy marina la madre de mi esposo. Yo quedé embelesada con las casonas de indianos que hay en Llanes. Fue lo más bonito del Camin Encantau de Llanes para esta madre de familia. Me hubiera comprado alguna que se vendía si tuviera tanta pasta como pedían sus propietarios. 

Os recomiendo hacer el Camin Encantau de Llanes, sobre todo llevando a los más pequeños de la casa. Los niños lo disfrutan una barbaridad. También os recomiendo hacerlo con buen tiempo. En verano es una senda estupenda. En invierno te mueres de frío mirando para los Picos de Europa desde esta senda muy concurrida por los turistas.