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El Parador de Vielha en Lleida es un alojamiento perfecto para pasar unos días en la nieve en invierno y también está muy bien en verano, cuando las temperaturas aprietan en otros lugares de la geografía nacional. Nosotros fuimos en verano. Estábamos un poco cansados de las vacaciones de sol y playa y buscamos la montaña con sus aires puros.
Lo pasamos bien. Pudimos tomar el sol en sus cuidados jardines y darnos unos chapuzones en la piscina. Tiene este Parador una piscina muy limpia y bastante grande. Tuvimos la suerte de tenerla casi sólo para nosotros porque coincidimos con huéspedes que poco la frecuentaban.
Lo mejor de este Parador de Vielha en Lleida son sin duda sus espectaculares vistas al Valle d'Arán. Desde la terraza de nuestra habitación se veía un paisaje de postal. Supongo que estos días será todavía más bonito porque estarán las montañas nevadas. Nos contó la chica de recepción que en los meses invernales iban mucho esquiadores y excursionistas de montaña por allí. No me extraña.
Nuestra habitación era de las más grandes. Tenía los suelos de tarima de madera y una zona alfombrada sobre la que estaban colocadas las dos camas enormes. Nos las repartimos: nosotros en una y las dos niñas en otra cama. Así estuvimos toda la familia en la misma habitación. Había un buen televisor de plasma que me sirvió para entretener a mis dos princesitas con películas y una conexión a Intertet bastante rápida. Todo estaba muy limpio.
Nuestra estancia en el Pirineo catalán fue memorable. En mi vida lo había pasado mejor en medio del monte. Necesitaba tranquilidad y la encontré. También encontré buena comida en el restaurante circular que tiene el Parador de Vielha en Lleida. Saboreamos una olla aranesa riquísima. Lo mismo puedo decir del civet de jabalí y de los pescajus con crema. Cocinan de cine en el restaurante de este parador.
Os recomiendo el Parador de Vielha en Lleida. Es una buena opción para pasar unos días en la nieve estas navidades. Nosotros no descartamos volver, pero en verano, porque no somos nada de nieve.
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Un hotel con mucho encanto en Lisboa es el Hotel York House, hotel en el que pasé un fin de semana romántico con mi marido. Está en una zona tranquila de la capital de Portugal, en concreto, en el barrio de Lapa, un barrio aristocrático que conserva los amplios palacetes de los ricos lisboetas de antaño.
El Hotel York House fue un convento carmelita en su día, aunque no lo parece. Nada tiene que ver su arquitectura con la arquitectura de la mayoría de los conventos españoles. Es un edificio que parece más un palacete más de los del barrio que un convento reconvertido en hotel.
Me pareció muy acogedor, pero sin lujos. La habitación era más bien pequeña, con los muebles justos, camas sencillas, paredes pintadas de color vino, suelos de loseta. La misma sencillez encontrabas en los pasillos con algún mueble antiguo y en las estancias comunes que recordaban un palacio apañado de un hidalgo de hace dos siglos. El cuarto de baño de nuestra habitación tenía una bañera con mampara y los sanitarios nuevos. Parece que en nuestro país vecino siguen de moda las bañeras en los baños.
Nos trataron muy bien. Sólo por el trato recibido por parte de los empleados de este pequeño hotel volveríamos. Te hacen sentir como en tu casa con su amabilidad. También volvería por pasar una tarde leyendo en el bonito patio interior que olía a flores y a enredaderas.
Os recomiendo este hotel. Te queda a unos diez minutos de caminata del centro de Lisboa. Nosotros comimos y cenamos en el restaurante del hotel. También os recomiendo el restaurante del hotel, un local con vistas a la ciudad, donde se sirve cocina portuguesa a buen precio. En el pintoresco jardín que os mencioné antes puedes celebrar cenas románticas o tomar una bebida con tu pareja, como hicimos nosotros. Te lo pasas tan bien que te olvidas de salir del hotel.