Un vestido negro noche,
unas sandalias tan básicas
como las que vende el chino
de mi barrio regaladas,
el bolso es una pena,
el sombrero estrafalario
para mezclarlo con telas
que anuncian las desgracias.
No me gusta esta moda
de viuda enfadada
con la mala suerte negra
que trae malos finales.