La guerra de la basura ha empezado. Los países ricos estaban enviando basura para su supuesto reciclaje a los países pobres y estos aceptaban la mierda de los ricos en sus vertederos y quemaderos de basura. Ahora se han cansado. China, el país que más basura importaba para su reciclaje, ha dicho no quiero más. Los países desarrollados de Europa y América han empezado a enviar sus desperdicios a los basureros de Filipinas, Malasia y otros lugares de Asia. Estos nuevos basureros de los ricos empiezan a seguir el ejemplo de China y a decir no más basura, no más mierda de ricos.
¿Es justo enviar la mierda de Europa y de Estados Unidos a los países asiáticos? No, no lo es. No quiero pensar lo que dirían los europeos si vieran como llegan a los puertos de sus ciudades contenedores cargados con basura orgánica e inorgánica con un papelito que pone plásticos. No, no son plásticos para reciclar lo que estamos enviando a la Asia pobre: es basura orgánica, la porquería que tiramos los ciudadanos del Primer Mundo todos los días bien atada en bolsas de plástico, la basura que recogen los camiones de las empresas de basura. Son también los desperdicios de nuestras industrias. Los países asiáticos hacen bien en reenviarnos la mierda que les mandamos. Que cada uno se haga cargo de su basura.
Deberíamos tomar conciencia de la cantidad de desperdicios que origina nuestra sociedad occidental avanzada supuestamente para reducir residuos y optar por el reciclaje en nuestros hogares y en nuestras empresas. El Planeta Tierra no puede más. Lo vemos en el cambio climático que ya sufrimos. Debemos saber que la basura que se envía al Tercer Mundo no se recicla sino que se quema o se amontona en vertederos ilegales. Debemos saber también que en esos vertederos hay familias pobres intentando sacar unas monedas míseras cada día para su subsistencia revolviendo en las porquerías del Primer Mundo. Unas monedas que les cuestan la salud a muchos niños que podrían ser mis hijos o los tuyos o los niños tan monos del vecino del quinto.
Tomemos medidas con nuestros desperdicios. Hay que reducir el plástico y demás residuos. Podemos hacerlo. ¿No estamos reduciendo ya el uso de bolsas de plástico? Si se quiere se puede. Pensemos en el Planeta Tierra reduciendo lo que tiramos a la basura. Se pueden dar segundos, terceros y casi infinitos usos a muchos artículos que desechamos simplemente porque no están de moda. Yo ya me he sumado a la moda del reciclaje, una moda que hace mucho para parar la guerra de la basura entre países ricos y países pobres.
Scarlett2000
