Me levanto con mal pie
y me pongo lo que hallo
en el armario ropero
que guarda lo que regalan
esas marcas que me pagan
la sopa y los calamares.
El pantalón es de saldo,
la chaqueta de mi santo,
las sandalias las saqué
de una pelea de bandas.
De ese bolso que llevo
mejor no os cuento nada
porque no recuerdo bien
el nombre del fabricante.