1
El Hotel Husa Gran Via Logroño está en el centro de Logroño, justo al lado del casco histórico de esta ciudad famosa por sus vinos. Tiene una buena ubicación para hacer turismo. Te queda todo a una caminata de distancia.
Justo por esa ubicación céntrica lo elegimos nosotros. A mi marido tanto le da alojarse en el centro de una ciudad como en mitad de la nada. A mí no me da igual. Soy una urbanita convencida. El Hotel Gran Vía está situado en la calle principal de Logroño, se encuentra a unos cinco minutos de la famosa calle Laurel.
Nos dieron una habitación con una decoración más clásica que la de la casa de una suegra triste. Me sentí vieja en aquella habitación en tonos marrones, sin demasiada luminosidad y con unos cuadros sobre el cabecero de mi cama que parecían sacados de un museo de pinturas antiguas.
No te faltan comodidades en tu habitación. Tienes aire acondicionado, calefacción, conexión WiFi gratuita, minibar bien surtido, un televisor aceptable. El cuarto de baño no era gran cosa, pero valía para pasar dos días sin echar mucho de menos los baños de tu casa.
Menos me gustó el desayuno. Te ponían todo contado. La bollería se me quedó corta. Tuve que ir a acabar de desayunar a una cafetería. Últimamente se me da por comer un montón por las mañanas.
Mi marido quería comer en el bar del hotel. Decía que tenía comidas ligeras. Le dije que ni hablar. Yo necesitaba raciones completas.
Pese a algunas desventajas que tiene, os recomiendo este hotel. Deberían actualizar un poco la decoración de las habitaciones y cambiar los suelos de moqueta. Las moquetas no son nada limpias.
Justo por esa ubicación céntrica lo elegimos nosotros. A mi marido tanto le da alojarse en el centro de una ciudad como en mitad de la nada. A mí no me da igual. Soy una urbanita convencida. El Hotel Gran Vía está situado en la calle principal de Logroño, se encuentra a unos cinco minutos de la famosa calle Laurel.
Nos dieron una habitación con una decoración más clásica que la de la casa de una suegra triste. Me sentí vieja en aquella habitación en tonos marrones, sin demasiada luminosidad y con unos cuadros sobre el cabecero de mi cama que parecían sacados de un museo de pinturas antiguas.
No te faltan comodidades en tu habitación. Tienes aire acondicionado, calefacción, conexión WiFi gratuita, minibar bien surtido, un televisor aceptable. El cuarto de baño no era gran cosa, pero valía para pasar dos días sin echar mucho de menos los baños de tu casa.
Menos me gustó el desayuno. Te ponían todo contado. La bollería se me quedó corta. Tuve que ir a acabar de desayunar a una cafetería. Últimamente se me da por comer un montón por las mañanas.
Mi marido quería comer en el bar del hotel. Decía que tenía comidas ligeras. Le dije que ni hablar. Yo necesitaba raciones completas.
Pese a algunas desventajas que tiene, os recomiendo este hotel. Deberían actualizar un poco la decoración de las habitaciones y cambiar los suelos de moqueta. Las moquetas no son nada limpias.
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2
El Ambiente Hostel en Lisboa no es más que una pensión. Eso sí, tienen todo muy limpio y ordenado. Lo malo es que hay que compartir cuarto de baño con desconocidos y no es plan, por lo menos para mí.
Yo estuve en esta pensión con unas amigas. Fuimos a Lisboa por motivos de trabajo y no queríamos gastar mucho en alojamiento. Por eso nos decantamos por esta pensión, que yo no hubiera elegido si hubiera sabido que tenía que compartir el cuarto de baño con mis amigas y con algunas más.
En habitaciones tienen de todo. Las más caras son habitaciones más de hotel, con su cama normal, un sofá y unos sillones, además del armario. Las peores tienen literas. Mis amigas se metieron todas en una habitación de las que tenían literas. Yo preferí pagar un poco más y tener una habitación decente. Las camas literas no están pensadas para mí.
El hostal también dispone de una cocina compartida. Yo ni la pisé. Mis amigas, en cambio, se metieron a cocineras expertas y toda la pensión empezó a oler a paella quemada que tiraba para atrás. No sé como no las echaron.
El Ambiente Hostel se encuentra a 1,4 km de la famosa avenida da Liberdade y a 1,8 km de Rossio. El aeropuerto de Portela está a cinco kilómetros. Te queda bien para regresar al aeropuerto sin dejarte un dineral en un taxi.
Os recomiendo está pensión si no os importa compartir el cuarto de baño. Es un alojamiento limpio, bien situado para hacer turismo de monumentos, mucha arquitectura y mucho pisar el centro histórico de Lisboa.
No recomiendo el Ambiente Hostel en Lisboa para unas vacaciones familiares. cuando llevas a tus hijos necesitas un cuarto de baño propio. Compartir el cuarto de baño con extraños no me parece adecuado para las personitas pequeñas de la casa. Y para mayores tampoco, pero cuando es lo que hay, toca fastidiarse.
Yo estuve en esta pensión con unas amigas. Fuimos a Lisboa por motivos de trabajo y no queríamos gastar mucho en alojamiento. Por eso nos decantamos por esta pensión, que yo no hubiera elegido si hubiera sabido que tenía que compartir el cuarto de baño con mis amigas y con algunas más.
En habitaciones tienen de todo. Las más caras son habitaciones más de hotel, con su cama normal, un sofá y unos sillones, además del armario. Las peores tienen literas. Mis amigas se metieron todas en una habitación de las que tenían literas. Yo preferí pagar un poco más y tener una habitación decente. Las camas literas no están pensadas para mí.
El hostal también dispone de una cocina compartida. Yo ni la pisé. Mis amigas, en cambio, se metieron a cocineras expertas y toda la pensión empezó a oler a paella quemada que tiraba para atrás. No sé como no las echaron.
El Ambiente Hostel se encuentra a 1,4 km de la famosa avenida da Liberdade y a 1,8 km de Rossio. El aeropuerto de Portela está a cinco kilómetros. Te queda bien para regresar al aeropuerto sin dejarte un dineral en un taxi.
Os recomiendo está pensión si no os importa compartir el cuarto de baño. Es un alojamiento limpio, bien situado para hacer turismo de monumentos, mucha arquitectura y mucho pisar el centro histórico de Lisboa.
No recomiendo el Ambiente Hostel en Lisboa para unas vacaciones familiares. cuando llevas a tus hijos necesitas un cuarto de baño propio. Compartir el cuarto de baño con extraños no me parece adecuado para las personitas pequeñas de la casa. Y para mayores tampoco, pero cuando es lo que hay, toca fastidiarse.
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3
El Room Mate Marcos en Oviedo es el hotel de las habitaciones a rayas negras o a cuadros igual de negros. A nosotros nos habían reservado una habitación con las paredes a rayas y el suelo a iguales rayas que le tuve que pedir que me la cambiaran. Me dio un dolor de cabeza horrible nada más entrar. La nueva habitación no era mucho mejor: tenía las paredes pintadas a cuadros blancos y negros como un mantel fúnebre. Casi no pude dormir en toda la noche.
Encima era una habitación con el techo abuhardillado y la ventana quedaba justo encima de la cama. Yo temía que la ventana no estuviera bien cerrada y me entrara de noche un murciélago o un bicho de esos horribles. Mi marido decía que podía dormir tranquila porque en Oviedo no hay de esos bichos.
El Room Mate Marcos tiene una buena ubicación. En dos minutos de caminata te pones en la catedral de Oviedo. Es una pena que su decoración no esté a la altura de su buena ubicación. Los de recepción nos dijeron que estaba decorado con estilo Art Déco. Más bien estaba decorado con estilo de la casa de Drácula.
Ni siquiera tener conexión wi fi gratis en mi habitación me quitó el miedo que me ocasionaban aquellas paredes. Estuve incomodísima. Menos mal que no había llevado a mis hijas porque se me hubieran traumatizado con aquella decoración más propia de un tanatorio que de un hotel.
En nuestra habitación había caja fuerte, minibar, un buen televisor. El caurto de baño también estaba bien equipado con secador de pelo y artículos de aseo suficientes.
Desayunamos en el hotel.El restaurante Marcos sirve un desayuno bufé hasta las doce. Te dan tiempo de sobra para desayunar la bollería industrial que ponen.
Mi marido quería reservar una de sus excursiones por los alrededores. Le dije que ni hablar. El turismo cultural me aburre. Alquilamos un coche en el hotel y nos fuimos de compras. Prefiero mil veces el turismo de adelgazar la tarjeta de crédito.
No so recomiendo ni os dejo de recomendar este hotel. Sería mucho mejor con otra decoración. Mi marido decía que no era para tanto. ¡Vaya sí lo era!
Encima era una habitación con el techo abuhardillado y la ventana quedaba justo encima de la cama. Yo temía que la ventana no estuviera bien cerrada y me entrara de noche un murciélago o un bicho de esos horribles. Mi marido decía que podía dormir tranquila porque en Oviedo no hay de esos bichos.
El Room Mate Marcos tiene una buena ubicación. En dos minutos de caminata te pones en la catedral de Oviedo. Es una pena que su decoración no esté a la altura de su buena ubicación. Los de recepción nos dijeron que estaba decorado con estilo Art Déco. Más bien estaba decorado con estilo de la casa de Drácula.
Ni siquiera tener conexión wi fi gratis en mi habitación me quitó el miedo que me ocasionaban aquellas paredes. Estuve incomodísima. Menos mal que no había llevado a mis hijas porque se me hubieran traumatizado con aquella decoración más propia de un tanatorio que de un hotel.
En nuestra habitación había caja fuerte, minibar, un buen televisor. El caurto de baño también estaba bien equipado con secador de pelo y artículos de aseo suficientes.
Desayunamos en el hotel.El restaurante Marcos sirve un desayuno bufé hasta las doce. Te dan tiempo de sobra para desayunar la bollería industrial que ponen.
Mi marido quería reservar una de sus excursiones por los alrededores. Le dije que ni hablar. El turismo cultural me aburre. Alquilamos un coche en el hotel y nos fuimos de compras. Prefiero mil veces el turismo de adelgazar la tarjeta de crédito.
No so recomiendo ni os dejo de recomendar este hotel. Sería mucho mejor con otra decoración. Mi marido decía que no era para tanto. ¡Vaya sí lo era!
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