Villa Frigiliana, Frigiliana, es un hotel ideal para pasar unas vacaciones tranquilas en un pueblo. Está en medio de Frigiliana, un pueblecito de Málaga, muy tranquilo en temporada baja.
Nosotros estuvimos cuando el pueblo estaba hasta los topes de turistas. Aún así el hotel era tranquilo. No había muchos ruidos y las estancias eran cómodas.
Nos dieron una habitación amplia, decorada con sencillez en tonos crema y azules. Teníamos terraza, lo cual nos vino de cine. Me encantan las habitaciones con terraza. Siempre están más ventiladas que las que no la tienen.
Las peores habitaciones estaban en la planta superior. Eran de esas habitaciones donde ves las vigas de madera en el techo, cosa que a mí no me gusta nada.. También eran más pequeñas.
Os recomiendo el Villa Frigiliana, Frigiliana, un hotel más pequeño que grande donde estás muy bien con la familia. Tiene una piscina grande que abren de junio a septiembre y se desayuna muy bien en su buffet.
El desayuno nos gustó. Tuvimos yogures abundantes para las niñas, bebidas calientes, bebidas frías con zumos incluidos, huevos fritos, bacon y otros fiambres, cereales... No salías con hambre.
No nos salió nada cara la estancia de tres días. Teníamos conexión wi fi gratis y parking gratis total. Todo un detalle con los clientes que teníamos coche, cosa que os recomiendo. Sin coche en la zona de este hotel, poco puedes hacer; a no ser que te quieras arruinar en taxis.
El hotel está muy limpio. Los suelos de todas las estancias, habitaciones incluidas son de baldosas. Lo prefiero así. La moqueta siempre me dio sensación de suciedad y la tarima de madera tampoco me convence mucho.
Mi marido echó en falta que el restaurante del hotel no hubiera carta. Es muy rarito. El menú del restaurante estaba muy bien y los camareros estaban siempre pendientes de ti. Te trataban como a una reina.
Nosotros estuvimos cuando el pueblo estaba hasta los topes de turistas. Aún así el hotel era tranquilo. No había muchos ruidos y las estancias eran cómodas.
Nos dieron una habitación amplia, decorada con sencillez en tonos crema y azules. Teníamos terraza, lo cual nos vino de cine. Me encantan las habitaciones con terraza. Siempre están más ventiladas que las que no la tienen.
Las peores habitaciones estaban en la planta superior. Eran de esas habitaciones donde ves las vigas de madera en el techo, cosa que a mí no me gusta nada.. También eran más pequeñas.
Os recomiendo el Villa Frigiliana, Frigiliana, un hotel más pequeño que grande donde estás muy bien con la familia. Tiene una piscina grande que abren de junio a septiembre y se desayuna muy bien en su buffet.
El desayuno nos gustó. Tuvimos yogures abundantes para las niñas, bebidas calientes, bebidas frías con zumos incluidos, huevos fritos, bacon y otros fiambres, cereales... No salías con hambre.
No nos salió nada cara la estancia de tres días. Teníamos conexión wi fi gratis y parking gratis total. Todo un detalle con los clientes que teníamos coche, cosa que os recomiendo. Sin coche en la zona de este hotel, poco puedes hacer; a no ser que te quieras arruinar en taxis.
El hotel está muy limpio. Los suelos de todas las estancias, habitaciones incluidas son de baldosas. Lo prefiero así. La moqueta siempre me dio sensación de suciedad y la tarima de madera tampoco me convence mucho.
Mi marido echó en falta que el restaurante del hotel no hubiera carta. Es muy rarito. El menú del restaurante estaba muy bien y los camareros estaban siempre pendientes de ti. Te trataban como a una reina.