El Trump International Hotel Las Vegas es un hotel lujoso en el que te sientes como la Reina del Mundo. Yo estuve cuatro días con mi marido. Era nuestro aniversario de boda y tiramos la casa por la ventana. Me pareció un hotel sofisticado que se sale de lo habitual en Las Vegas. ¿En qué se sale de lo habitual? Pues que es un hotel para no fumadores y sin juegos de azar. Es muy sano, como decía mi marido.
Está en lo alto por encima de la de Gaza, a pasos de los mejores comercios de Las Vegas. Ideal para ir de compras. No es un hotel familiar. Es más bien un alojamiento para parejas que viajen sin hijos.
Yo me sentí como una reina. El personal está pendiente de todos tus deseos. Hacen que te sientas como en tu mansión y sientes que ellos son tus empleados.
Nuestra habitación tenía elegantes muebles de madera oscura, un TV de plasma y baños de lujo que te hacían olvidar de la necesidad de un tratamiento relajante. Era una habitación tan grande que parecía un piso sin tabiques. Teníamos unas impresionantes vistas de la Strip de Las Vegas y de sus alrededores y montañas. me encantó su sala de estar. Pasé horas sin hacer nada en la sala de estar, que tenía un sofá de dos plazas de felpa, con una televisión de alta definición de pantalla plana.
¿Y qué decir del cuarto de baño? Daba gusto relajarse en su lujoso baño de mármol italiano.
Lo que le falta a este hotel es un toque informal. Es muy serio. me sorprendió. Esperaba una decoración lujosa y modera, no una decoración lujosa y clásica.
Aún así os lo recomiendo. Este hotel es puro lujo y en sus estancias predomina la grandiosidad. Más grande era las habitaciones del ático. fue una pena que estuvieran ocupadas. Nos hubiera gustado estar arriba de todo.
Está en lo alto por encima de la de Gaza, a pasos de los mejores comercios de Las Vegas. Ideal para ir de compras. No es un hotel familiar. Es más bien un alojamiento para parejas que viajen sin hijos.
Yo me sentí como una reina. El personal está pendiente de todos tus deseos. Hacen que te sientas como en tu mansión y sientes que ellos son tus empleados.
Nuestra habitación tenía elegantes muebles de madera oscura, un TV de plasma y baños de lujo que te hacían olvidar de la necesidad de un tratamiento relajante. Era una habitación tan grande que parecía un piso sin tabiques. Teníamos unas impresionantes vistas de la Strip de Las Vegas y de sus alrededores y montañas. me encantó su sala de estar. Pasé horas sin hacer nada en la sala de estar, que tenía un sofá de dos plazas de felpa, con una televisión de alta definición de pantalla plana.
¿Y qué decir del cuarto de baño? Daba gusto relajarse en su lujoso baño de mármol italiano.
Lo que le falta a este hotel es un toque informal. Es muy serio. me sorprendió. Esperaba una decoración lujosa y modera, no una decoración lujosa y clásica.
Aún así os lo recomiendo. Este hotel es puro lujo y en sus estancias predomina la grandiosidad. Más grande era las habitaciones del ático. fue una pena que estuvieran ocupadas. Nos hubiera gustado estar arriba de todo.