El Hotel Azul está muy cerca de la playa, lo cual es una ventaja cuando vas en plan de vacaciones de sol y playa, aunque en Cantabria poco sol hay. Nosotros nunca acertamos con los días de sol. Raro es que no nos toquen días de lluvia cuando vamos por Suances y alrededores.
Este hotel es un dos estrellas bastante cutre, sobre todo en mantenimiento y en limpieza. Los suelos de nuestra habitación acabé limpiándolos yo. Le dije a la camarera de habitación que quería más limpieza y me contestó que estaban hasta los topes de trabajo y eran pocas empleadas. Por eso opté por ocuparme yo misma de la limpieza de la habitación y del cuarto de baño.
La habitación era amplia, con ciertas comodidades y buenas vistas. Lo que no era cómoda era la almohada de nuestra cama. Era como si no la tuvieras por el poco relleno que tenía. A mí me daba igual, pero a mi marido no. Tuvieron que traerle una más para ponerla encima de la otra y conseguir así una almohada a su gusto.
Lo mejor del Hotel Azul de Suances son los desayunos. Te ponen mucha variedad. Por poner hasta tienen yogures de varios sabores, además de los naturales que siempre tomo yo por la mañana. Zumos, cereales, bollería industrial, fiambres y demás los sirven en cantidades generosas.
No os recomiendo ni os dejo de recomendar el Hotel Azul. Los hay mejores, sobre todo en lo que se refiere a las piscinas. Este hotel tiene una piscina pequeña que cuando estuvimos nosotros no se podía utilizar. Estaba en obras. En todo caso, yo nunca me metería en aquellas aguas. Vi unas algas flotando que me revolvieron el estómago.
Hablando de obras hay que decir que el Hotel Azul necesita una reforma total. Se ve viejo por dentro, sobre todo en lo que se refiere a cuartos de baño y suelos. También deberían mejorar la conexión wi fi. Era malísima.
Este hotel es un dos estrellas bastante cutre, sobre todo en mantenimiento y en limpieza. Los suelos de nuestra habitación acabé limpiándolos yo. Le dije a la camarera de habitación que quería más limpieza y me contestó que estaban hasta los topes de trabajo y eran pocas empleadas. Por eso opté por ocuparme yo misma de la limpieza de la habitación y del cuarto de baño.
La habitación era amplia, con ciertas comodidades y buenas vistas. Lo que no era cómoda era la almohada de nuestra cama. Era como si no la tuvieras por el poco relleno que tenía. A mí me daba igual, pero a mi marido no. Tuvieron que traerle una más para ponerla encima de la otra y conseguir así una almohada a su gusto.
Lo mejor del Hotel Azul de Suances son los desayunos. Te ponen mucha variedad. Por poner hasta tienen yogures de varios sabores, además de los naturales que siempre tomo yo por la mañana. Zumos, cereales, bollería industrial, fiambres y demás los sirven en cantidades generosas.
No os recomiendo ni os dejo de recomendar el Hotel Azul. Los hay mejores, sobre todo en lo que se refiere a las piscinas. Este hotel tiene una piscina pequeña que cuando estuvimos nosotros no se podía utilizar. Estaba en obras. En todo caso, yo nunca me metería en aquellas aguas. Vi unas algas flotando que me revolvieron el estómago.
Hablando de obras hay que decir que el Hotel Azul necesita una reforma total. Se ve viejo por dentro, sobre todo en lo que se refiere a cuartos de baño y suelos. También deberían mejorar la conexión wi fi. Era malísima.