Lovely Pepa se viste
de joven chica budista
que medita en el tejado
de un edificio de pisos.
Como una Nancy olvidada
en el cuarto de muñecas
sobre la alfombra chicle
estrena un sujetador
a juego con el pijama
digno de una durmiente
mujer que en aquel cuento
llamaban Belladurmiente.
Los playeros amarillos
le quedan muy estridentes,
pero hace bien ponerlos
porque un regalo se luce
aunque quede sin contexto.