María Elena de Cárdenas González le prometió a su padre en 1964 hacer justicia. Tuvo que esperar varias décadas para poder cumplir la promesa. Si no tienes dinero, no triunfas en la Justicia con mayúsculas que dictan los jueces.
La señora Cárdenas necesitaba buenos abogados para cumplir la promesa hecha a su progenitor cuando dejó su Habana natal atrás. Habían llegado Fidel Castro al poder. La familia Cárdenas salió huyendo. Llegaron a Miami y se pusieron a amasar la fortuna que habían dejado en Cuba. Necesitaban dinero para seguir viviendo tan bien como habían vivido siempre. También necesitaban dinero para reclamar los títulos nobiliarios que doña María Elena le había prometido a su progenitor recuperar para la familia.
Hoy esta anciana cubana es marquesa de Bellavista, marquesa de Almendares y marquesa de Campoflorido. También es española. Doña María Elena se acordó de que su madre era sevillana y pidió la nacionalidad. Se la dieron enseguida.
Los títulos, en cambio, los tuvo que pelear en los tribunales de Justicia. Primero le arrebató a Alicia Alcocer el titulo de marquesa de Campo Florido. Después fue por el título de marquesa de Bellavista que ostentaba Alicia Koplowitz y los jueces se lo dieron. El título de marquesa de Almendares lo tuvo más fácil de conseguir. Lo tenía un descendiente de un Presidente de Cuba.
Para cumplir la promesa a su padre, esta anciana que no aparenta los más de cien años que tiene, contó con la colaboración de su hijo, el futuro heredero de los títulos. El hijo es propietario de una de las principales empresas de traducciones de Estados Unidos. La familia De la Vega y De Cárdenas vive bien en Miami. Residen en una lujosa mansión de Coral Gables, un barrio lujoso. Doña María Elena es una viejecita que no sonríe, pero toca el piano, disfruta con la ópera, y se acuerda de todos sus antepasados. Su hijo fue el encargado de elaborar un árbol genealógico.
Me preguntó qué pensarán Alicia Koplowitz, su hermana Alicia y su sobrina. Han quedado despojadas de la nobleza que da un título nobiliario. Tal vez no les importe. España está cambiando tanto que ya no importan los títulos nobiliarios. Puedes dejar que venga una anciana de Cuba residente en Miami a quitarte lo que creías que era tuyo, pero es de ella, porque es más de la familia de un antepasado del siglo XIX que lo eres tú.
Yo propongo que el Sálvame Deluxe entreviste a María Elena de Cárdenas y González. Queremos saber más. Queremos conocer esa empresa de traducciones que ha pagado abogados caros para pleitear por los títulos nobiliarios con las famosas Koplowitz. Leyendo el pasado reciente de la familia De la Vega y De Cárdenas te das cuenta de que los ricos están hechos de una pasta especial. Se marchan de Cuba, levantan un negocio en Miami que los hace hipermillonarios y cumplen la promesa hecha por la madre al abuelo. Si quieres puedes. Pero puedes más si el dinero te acompaña.
Doña Jimena
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