El mundo del corazón no anda sobrado de noticias que levanten las audiencias. Vanitatis, el diario digital rosa que aspira a los primeros puestos, se pone nostálgico y busca en el pasado de la madre de Tamara Falcó maridos. No faltan hombres que llevaron a doña Isabel al altar: tres. El último, todavía no lo ha hecho. Son otros tiempos. Isabel y Mario Vargas Llosa también se han modernizado y han apostado por una pareja de hecho con mucho roce bajo el mismo techo.
Hablando de los maridos con sí quiero ante el altar o ante lo civil, empiezan los amigos de Vanitatis contando el primer matrimonio de la Reina de Corazones con el cantante Julio Iglesias. Corría el año 1971 con Chábeli creciendo en la barriga de la filipina. Después vendrían otros dos niños: Julio José y Enrique antes del divorcio.
El siguiente marido de la bella filipina fue el marqués de Griñón. Poco tiempo aguantó doña Isabel al padre de Tamara. Con su cuarta hija pequeña se enamoró doña Isabel de su siguiente marido: el ex ministro de Economía Miguel Boyer. Recuerdo que fue un gran escándalo.
El tiempo hizo que aquel matrimonio entre una mujer que suponemos alegre y un hombre serio, aburrido y celoso cumpliera aniversarios. Los separó la muerte de Miguel. Isabel quedaba viuda, pero se negó a ser la viuda de España. Enseguida se echó novio famoso. Se había enamorado y había enamorado al Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa. Otro escándalo. La mujer de don Mario tuvo que aceptar el divorcio del escritor. Cuando un marido no te quire, se te escapa.
Vanitatis quita del álbum de los recuerdos una foto del matrimonio Preysler-Boyer. ¡Qué tiempos! Pero los tiempos de ahora son mejores. Isabel se ve más animada con don Mario. Es una pena que los amigos de Vanitatis no les hiceran la misma foto en el mismo sofá del mismo salón. Podrían hacerlo porque la madre de Enrique Iglesias ha metido a su novio en la casa que compartió con el marido difunto. Creo que hizo bien porque don Mario se encuentra cómodo.
Doña Jimena
Isabel Preysler reconocía, cuando ya fue pública su historia, que les salvó la campana, como en las películas. En este caso se trataba de una terraza de la mansión que, aunque estaba a la ... www.msn.com |