Doña Elena y su hermana
fueron a hacer turismo
a la isla que habita
don Juan Carlos en su exilio.
Cuando iban por la calle
de compras y entretenidas
les ofrecieron vacunas
como a todos los turistas.
Doña Elena aceptó
un suave pinchacito
y su hermana Cristina
dijo yo también me pincho.
Regresaron a España
en silencio y calladitas,
pero, como todo se sabe
cuando hay buenas cotillas,
se supo que ya tenían
las vacunas prohibidas
para personas sin turno
cuando otras tienen prisa
porque son grupos de riesgo
y hay que ser solidarios
en el país donde vivimos.
Don Felipe, muy furioso,
dijo que no eran familia.
Doña Elena contestó
que cumplían la cartillas.
Lo suyo podían hacerlo
los turistas de Abu Dabi
pagando lo que les pidan.
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Las Infantas Cristina y Elena han visitado al Rey emérito en Abu Dabi y allí también se han vacunado contra el Covid-19, una noticia que ha... t.co |