El Hotel Weare Chamartín está justo al lado de la estación de Chamartín. Está junto al Paseo de la Castellana, cerca del Santiago Bernabéu. Te queda muy bien si vienes a Madrid para ir a ver al Real Madrid.
Yo estuve sola en un viaje de negocios. Fue una estancia más tranquila de lo que suponía. El hotel no es nada ruidoso y está bien comunicado con el resto de la ciudad por transporte público. No me hizo falta alquilar ningún coche. Lo hubiera hecho si tuviera a las crías. Mis hijas y los buses urbanos son incompatibles. Tampoco les va el metro ni el tren. Ellas son de ir en el coche de papá o en el coche de mamá.
Me dieron una habitación grande, con una decoración moderna en colores blanco y rojo, suelo de tarima de madera, bien limpia y con vistas a los tejados que rodeaban el hotel. Tenía un buen televisor de plasma y un ordenador con conexión a Internet. La conexión wi fi era gratuita. Un bonito detalle con los clientes.
El cuarto de baño tenía los sanitarios nuevos, estaba bien limpio y tenía un espejo de maquillaje o afeitado, toiletries y secador de pelo. Disponía de bañera y de ducha. La bañera era bastante profunda. Si la llenabas de agua hasta los topes, podías ahogarte.
El hotel es inmenso. Tiene casi 400 habitaciones. No te sientes sola. Es el tipo de hotel que me encanta para alojarme cuando viajo sola: lleno de gente a mi alrededor y yo sin compañía que me cause dolores de cabeza. Cuando eres una mujer casada disfrutas un montón los viajes en sola soledad.
El desayuno fue un buffet con una gran cantidad de bollería industrial. Si hubiera llevado a mis hijas, se me ponían hasta las cejas de grasas polisaturadas. Los zumos eran de cartón y el café sabía a café barato.
Os recomiendo el Weare Chamartín, un hotel que está muy bien. Lo tienen bien cuidado y te sale muy bien de precio. Me salió la noche en 55 euros.
Yo estuve sola en un viaje de negocios. Fue una estancia más tranquila de lo que suponía. El hotel no es nada ruidoso y está bien comunicado con el resto de la ciudad por transporte público. No me hizo falta alquilar ningún coche. Lo hubiera hecho si tuviera a las crías. Mis hijas y los buses urbanos son incompatibles. Tampoco les va el metro ni el tren. Ellas son de ir en el coche de papá o en el coche de mamá.
Me dieron una habitación grande, con una decoración moderna en colores blanco y rojo, suelo de tarima de madera, bien limpia y con vistas a los tejados que rodeaban el hotel. Tenía un buen televisor de plasma y un ordenador con conexión a Internet. La conexión wi fi era gratuita. Un bonito detalle con los clientes.
El cuarto de baño tenía los sanitarios nuevos, estaba bien limpio y tenía un espejo de maquillaje o afeitado, toiletries y secador de pelo. Disponía de bañera y de ducha. La bañera era bastante profunda. Si la llenabas de agua hasta los topes, podías ahogarte.
El hotel es inmenso. Tiene casi 400 habitaciones. No te sientes sola. Es el tipo de hotel que me encanta para alojarme cuando viajo sola: lleno de gente a mi alrededor y yo sin compañía que me cause dolores de cabeza. Cuando eres una mujer casada disfrutas un montón los viajes en sola soledad.
El desayuno fue un buffet con una gran cantidad de bollería industrial. Si hubiera llevado a mis hijas, se me ponían hasta las cejas de grasas polisaturadas. Los zumos eran de cartón y el café sabía a café barato.
Os recomiendo el Weare Chamartín, un hotel que está muy bien. Lo tienen bien cuidado y te sale muy bien de precio. Me salió la noche en 55 euros.