La freídora Philips Airfryer fríe todo tipo de alimentos sin necesidad de añadir ningún aceite. Yo sólo pongo unas gotas de aceite de oliva cuando frío patatas porque así me salen más jugosas. La carne, el pollo, el pescado, los alimentos congelados en general los puedes hacer sin aceite. Salen sabrosos y mucho más sanos.
Esta freidora no necesita aceite gracias al aire caliente que es el que cuece los alimentos y a que aprovecha la grasa que tienen los alimentos de por sí.
Es cara, más cara que las freidoras que necesitan aceite. Me costó 199 euros. En todo caso, no es de las freidoras sin aceites más caras que hay en el mercado. Tiene, pues, una relación calidad precio bastante aceptable.
Yo estoy contenta con ella. La uso una barbaridad y no la uso más porque es un poco ruidosa. Para las cenas, por ejemplo, utilizo la freidora con aceite porque hace menos ruido.
Los alimentos salen sabrosos, sobre todo los chorizos y las salchichas. A mi chico le gustan fritos. Antes los hacía en la sartén y los sigue haciendo cuando está él solo en casa. Si estoy yo, van para la freidora que así no se me ensucia la cocina con salpicaduras.
La limpieza de la freidora es muy sencilla. Todo lo que es extraíble se lo saco y lo meto en el lavavajillas. El cazo, donde metes los alimentos, no se ensucia mucho. No noto que se le peguen muchos restos de comida.
Otra ventaja que destacaría es lo rápida que es. Va como una moto. Además puedes cocer dos alimentos a la vez. Yo preparo en un lado del cazo las patatas fritas y al otro lado del separador el pollo, por ejemplo.
Su diseño es innovador. Es de color negro. A mi madre no le gusta justo por eso. Yo la prefiero a las blancas porque no es tan manchadiza.
Su capacidad es de 2,2 litros. Da de sobra para preparar la comida de una familia no de muchos miembros.
Os la recomiendo. Es rápida, hace una comida sabrosa sin necesidad de aceite, es fácil de limpiar, tiene un manual de instrucciones muy útil porque te indica el tiempo de cocción de cada alimento... Yo le encuentro muchas ventajas exceptuando el precio, bastante más elevado que el de las freidoras con aceite.
Esta freidora no necesita aceite gracias al aire caliente que es el que cuece los alimentos y a que aprovecha la grasa que tienen los alimentos de por sí.
Es cara, más cara que las freidoras que necesitan aceite. Me costó 199 euros. En todo caso, no es de las freidoras sin aceites más caras que hay en el mercado. Tiene, pues, una relación calidad precio bastante aceptable.
Yo estoy contenta con ella. La uso una barbaridad y no la uso más porque es un poco ruidosa. Para las cenas, por ejemplo, utilizo la freidora con aceite porque hace menos ruido.
Los alimentos salen sabrosos, sobre todo los chorizos y las salchichas. A mi chico le gustan fritos. Antes los hacía en la sartén y los sigue haciendo cuando está él solo en casa. Si estoy yo, van para la freidora que así no se me ensucia la cocina con salpicaduras.
La limpieza de la freidora es muy sencilla. Todo lo que es extraíble se lo saco y lo meto en el lavavajillas. El cazo, donde metes los alimentos, no se ensucia mucho. No noto que se le peguen muchos restos de comida.
Otra ventaja que destacaría es lo rápida que es. Va como una moto. Además puedes cocer dos alimentos a la vez. Yo preparo en un lado del cazo las patatas fritas y al otro lado del separador el pollo, por ejemplo.
Su diseño es innovador. Es de color negro. A mi madre no le gusta justo por eso. Yo la prefiero a las blancas porque no es tan manchadiza.
Su capacidad es de 2,2 litros. Da de sobra para preparar la comida de una familia no de muchos miembros.
Os la recomiendo. Es rápida, hace una comida sabrosa sin necesidad de aceite, es fácil de limpiar, tiene un manual de instrucciones muy útil porque te indica el tiempo de cocción de cada alimento... Yo le encuentro muchas ventajas exceptuando el precio, bastante más elevado que el de las freidoras con aceite.