En el Mesón Moriles, Córdoba, saboreas la auténtica comida cordobesa en una gran variedad de platos, todos ellos deliciosos. Nosotros vamos siempre al Mesón Moriles La Bodega que se encuentra en la Carretera del Aeropuerto, nº 4. Abrió sus puertas en el año 2004.
Hay otros dos restaurantes más de esta pequeña cadena de locales de comida cordobesa. He ido con familia, amigos, con mi pareja. Incluso he estado en la comunión de un sobrino.
El restaurante es muy frecuentado por gente joven. No es un local lujoso, pero es cómodo con su decoración sencilla y funcional. Tiene dos plantas. Nosotros nos solemos quedar en la planta baja o en la terraza que hay fuera, si el tiempo lo permite. Yo soy muy friolera. Por eso nunca como o ceno en las terrazas cuando hace un poco de frío.
El Mesón Moriles es ideal tanto para comer como para tapear. A mí me encanta su flamenquín de jamón serrano. Se trata de un rollo de carne relleno de jamón y empanado. Te lo sirven en casi todos los restaurantes de Córdoba, pero en ninguno está tan bueno como en el Mesón Moriles.
La última vez que estuvimos nos decantamos por los pescados, es decir, por muchas frituras de pescado: chanquetes, chipirones, japuta, rosada, boquerones, pijotas, calamares. Yo también pedí merluza y mi marido se apuntó al delicioso bacalao porque el pez espada, su favorito, se había terminado.
Lo que no os recomiendo es el pulpo a la gallega. Tienen que aprender un poquito más para prepararlo tan bien como lo hacen en las pulpeiras gallegas. Lo demás está todo delicioso.
Os recomiendo el Mesón Moriles, Córdoba. En cualquier de los tres locales que tienen en esta bonita ciudad andaluza te tratan como si fueras su mejor cliente. No hay que esperar horas par que te traigan la factura. Por cierto, no te cobran mucho. Por eso están siempre hasta los topes. La gente se apunta a los restaurantes baratos en los que se come bien y te dan unas raciones generosas.
Hay otros dos restaurantes más de esta pequeña cadena de locales de comida cordobesa. He ido con familia, amigos, con mi pareja. Incluso he estado en la comunión de un sobrino.
El restaurante es muy frecuentado por gente joven. No es un local lujoso, pero es cómodo con su decoración sencilla y funcional. Tiene dos plantas. Nosotros nos solemos quedar en la planta baja o en la terraza que hay fuera, si el tiempo lo permite. Yo soy muy friolera. Por eso nunca como o ceno en las terrazas cuando hace un poco de frío.
El Mesón Moriles es ideal tanto para comer como para tapear. A mí me encanta su flamenquín de jamón serrano. Se trata de un rollo de carne relleno de jamón y empanado. Te lo sirven en casi todos los restaurantes de Córdoba, pero en ninguno está tan bueno como en el Mesón Moriles.
La última vez que estuvimos nos decantamos por los pescados, es decir, por muchas frituras de pescado: chanquetes, chipirones, japuta, rosada, boquerones, pijotas, calamares. Yo también pedí merluza y mi marido se apuntó al delicioso bacalao porque el pez espada, su favorito, se había terminado.
Lo que no os recomiendo es el pulpo a la gallega. Tienen que aprender un poquito más para prepararlo tan bien como lo hacen en las pulpeiras gallegas. Lo demás está todo delicioso.
Os recomiendo el Mesón Moriles, Córdoba. En cualquier de los tres locales que tienen en esta bonita ciudad andaluza te tratan como si fueras su mejor cliente. No hay que esperar horas par que te traigan la factura. Por cierto, no te cobran mucho. Por eso están siempre hasta los topes. La gente se apunta a los restaurantes baratos en los que se come bien y te dan unas raciones generosas.