La Casa Portagioia en Italia es una casa ideal para pasar unos días románticos con tu pareja. Lo tienen todo muy cuidado. La casa está perfectamente restaurada. Parece una casita de cuento. Es de piedra y conserva los techos de madera en sus interiores, habitaciones incluidas. El mobiliario también es antiguo. En nuestra habitación había una armario de madera de castaño que me recordó los armarios de las habitaciones de la casa de mis abuelos cuando yo era pequeña.
Los dueños de esta preciosa casa rural son muy amables. Están siempre pendientes de ti e intentan hacerse entender. Chapurreaban español que daba gusto.
El entorno es igual de fabuloso. Estás en el corazón de la Toscana, un sitio de campos verdes y tranquilidad absoluta.
No descarto volver. Terry y Marcello, los dueños, son un encanto. Te hacen sentir como en tu casa. Terry hace unas comidas que te chupas los dedos.
Tuvimos la suerte de que hacía buen tiempo y pudimos usar la piscina que tienen en el jardín. La piscina estaba muy limpia y lo mismo puedo decir de la casa. Lo tienen todo como los chorros del oro.
No nos aburrimos. Entre las tardes de piscina y las excursiones a Cortona y Arezzo estuvimos más que entretenidos.
En cuanto a nuestra habitación, era espaciosa, decorada con gusto dentro de la sencillez de una decoración rural. La cama era grande, de matrimonio, con el cabecero de forja. El armario era grande. Desde las ventanas teníamos unas vistas preciosas.
Os recomiendo, pues, la Casa Portagioia. Sólo por la amabilidad de sus dueños merece la pena pasar por allí unos días. Tienes toda la tranquilidad del mundo para leer, puedes pasar horas y horas en un jardín muy cuidado. El jardín me encantó, pero el comedor también. Te ponían unas mesas con unos manteles blancos de tela tan bien planchados y tan lindos que te parecía que estabas en la casa de tu tía del pueblo, pero pagando, claro.
Los dueños de esta preciosa casa rural son muy amables. Están siempre pendientes de ti e intentan hacerse entender. Chapurreaban español que daba gusto.
El entorno es igual de fabuloso. Estás en el corazón de la Toscana, un sitio de campos verdes y tranquilidad absoluta.
No descarto volver. Terry y Marcello, los dueños, son un encanto. Te hacen sentir como en tu casa. Terry hace unas comidas que te chupas los dedos.
Tuvimos la suerte de que hacía buen tiempo y pudimos usar la piscina que tienen en el jardín. La piscina estaba muy limpia y lo mismo puedo decir de la casa. Lo tienen todo como los chorros del oro.
No nos aburrimos. Entre las tardes de piscina y las excursiones a Cortona y Arezzo estuvimos más que entretenidos.
En cuanto a nuestra habitación, era espaciosa, decorada con gusto dentro de la sencillez de una decoración rural. La cama era grande, de matrimonio, con el cabecero de forja. El armario era grande. Desde las ventanas teníamos unas vistas preciosas.
Os recomiendo, pues, la Casa Portagioia. Sólo por la amabilidad de sus dueños merece la pena pasar por allí unos días. Tienes toda la tranquilidad del mundo para leer, puedes pasar horas y horas en un jardín muy cuidado. El jardín me encantó, pero el comedor también. Te ponían unas mesas con unos manteles blancos de tela tan bien planchados y tan lindos que te parecía que estabas en la casa de tu tía del pueblo, pero pagando, claro.