Perfumes para nosotras

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Un olor distinto para cada momento

sábado, 6 de febrero de 2016

Mis vacaciones entre Cancún y Barcelona

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La Pensión Solárium no está tan mal. Yo estuve allí sola, un día que iba sola y no quería gastar mucho en un alojamiento. La Pensión Solárium se encuentra en Barcelona, en el barrio del Raval, a cinco minutos de caminata de Las Ramblas y de la estación de metro Drassanes, desde donde tienes una buena comunicación por metro con toda la ciudad. 

No está tan mal. Tiene un salón común y una pequeña terraza, perfecta para tomar el sol y para conectarte en la Red de Redes aprovechando que cuenta con conexión Wi-Fi gratuita. 

La Pensión Solárium presenta una decoración sencilla, que te da sensación de limpieza. Lo ves todo ordenado, luminoso, limpio. Sus habitaciones cuentan con baño privado o compartido. La mía tenía cuarto de baño privado, por supuesto. Prefiero pagar un poco más y no compartir el cuarto de baño con extraños. 

Mi habitación era bastante grande. Tenía una cama de matrimonio, un escritorio con su correspondiente silla, un balconcito, un armario de color blanco en el que me hubiera cabido toda la ropa que llevaba si hubiera deshecho las maletas. Estaba bien. 

Desayuné fuera. La Pensión está a 10 minutos a pie de varios bares y cafeterías que merecen mucho la pena. No son caros y te sirven unos desayunos que están mejor que los de algunos hoteles. En el Raval y en el cercano Barrio Gótico también hay restaurantes interesantes para comer. 

Os recomiendo la Pensión Solárium por su excelente ubicación. Te queda cerca de todo lo que tiene interés turístico en la ciudad condal. Para desplazarte a otras zonas más lejanas puedes optar por el transporte público. Es una pensión bastante mejor a lo que esperaba encontrar. 

Hasta el cuarto de baño no rea tan malo para una persona sola. GTenía un pequeño plato de ducha que parecía recién colocado con su correspondiente mampara. El lavabo y los demás sanitarios también se veían nuevos.

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2

El Paradisus Cancun es un hotel inolvidable en mi vida. Allí pasé unas vacaciones que repetiría ahora mismo con mi marido. 

Desde que entras en el hotel hasta que sales te tratan como si fueras la Reina de España. Te reciben en la puerta, están siempre pendientes de todas tus necesidades, te resuelven tus problemas. Son encantadores. 

Este complejo está en primera línea de playa lo contratamos a través de Beruby con un buen descuento. Nuestra habitación tenía unas preciosas vistas al mar. Era muy luminosa y tenía una pequeña terraza que era donde yo muchas veces tomaba el sol. 

Había habitaciones con vistas al mar Caribe y otras daban a la laguna de Nichupté. La nuestra tenía vistas al mar. La laguna era bonita, pero como el mar no hay nada. 

Este hotel está situado a 25 minutos en coche del aeropuerto internacional de Cancún. No te queda muy lejos del aeropuerto, lo cual nosotros tuvimos muy en cuenta. No nos gusta tener que hacer un viaje en coche interminable para coger el avión de vuelta a casa. 

En este hotel no te aburres. Puedes ir a comer y a cenar a uno de sus restaurantes o bien pasar una velada nocturna interesante en sus locales tipo discotecas y pubs. Mi marido y yo no nos apuntamos mucho a las salidas nocturnas. A mí no me va salir de noche en ciudades de países extranjeros, ni siquiera dentro de los complejos hoteleros. 


Me gustó el cuarto de baño. Tenía una ducha de efecto lluvia que te dejaba nueva. No descarto instalar una parecida en mi casa. 

En la habitación teníamos un televisor de pantalla plana de 32 pulgadas por cable, un minibar bien surtido y un aire acondicionado que nos quitó el calor de encima. Estábamos a la misma temperatura que en nuestra casa. 

Fuimos al YHI Spa, donde pudimos disfrutar de una amplia oferta con una gran variedad de terapias tradicionales. Mi marido quería asistir a cursos de submarinismo. Le dije que ni hablar. Tenemos dos hijas y no es cuestión dejarlas huérfanas antes de hora. Tampoco fuimos a practicar Tai-Chi. Allí se apuntaba todo el mundo a esa cosa china que consiste en dar saltos. 

A donde sí fuimos fue al gimnasio. Bueno, yo fui un día y nunca más. No me gusta hacer demasiado ejercicio. Mi marido, en cambio, estaba imparable. Probó las 3 piscinas del hotel. 


Os recomiendo el Paradisus Cancun All Inclusive Resort & SPA que tiene siete restaurantes en los que se come muy bien, sobre todo en La Veranda junto a la piscina y en el elegante Ku-Nah. 

El Paradisus Cancun se encuentra a menos de once km del Wet'n Wild Park y a treinta minutos del centro de Cancún. Lo digo para los que quieran ir de compras. Yo fui un día y casi le fundo la tarjeta a mi marido.