Nos divorciamos menos. Lo dicen las estadísticas y es cierto. Durante el confinamiento cayó la demanda de divorcios en un 42%. No es que la gente no tuviera motivos para divorciarse. Es que estábamos encerrados en nuestras casas y no había manera de dejar al pesado o pesada que tenias contratado.
Espero que las cosas cambien en esta nueva normalidad. Por un lado hay parejas en situación de violencia de género que no tienen más salida que un divorcio. Por otro lado hay parejas sin violencia de género que también deberían divorciarse porque más vale un divorcio a tiempo que un divorcio peleado. El matrimonio es un producto con un ciclo de vida, igual que el resto de productos del mercado: el amor nace, se incrementa, se estabiliza, inicia el declive y llega a su fin. Puedes hacer estrategias para volver a la luna de miel, pero dudo que lo consigas, sobre todo si tu pareja no colabora.
Durante el confinamiento hubo 9.500 demandas de divorcio consensuadas. Las demandas de divorcio no consensuadas fueron 6.200. Todavía hay muchas parejas irracionales, bien por parte de los dos, bien por parte de uno de ellos. Se afanan en no romper lo que ya está roto. Lo único que consiguen es acabar peor.
Esta caída en la demanda de divorcios perjudicó mucho a los abogados. Tuvieron menos trabajo entre abril y junio. Los abogados son los pescadores que ganan cuando el río está revuelto. Ganaron menos. Afortunadamente para ellos, todavía hay muchas parejas que se divorcian sin mutuo acuerdo, es decir, bien peleados. Son los que más dinero dejan en abogados.
María Rey
Economista
 | A comprar una calculadora, comprar una calculadora buena. Fue lo que pensé cuando mi hija mayor me dijo hace una semana que le pedían en el colegio una calculadora científica. tiendacoruna.blogspot.com |
