Yo lucho contra la moda
codeándome con modistos
que venden cada trapito
a precio de chipirones.
No compro nada en Zara
ni en marcas que no pongan
Versace y equivalentes
en nombres siempre famosos.
Mis zapatos son tan chic
que no recuerdo su nombre
porque soy una Princesa
que olvida esas cosas.
Del bolso mejor no hablo
porque lleva mis millones
ganados en el casino
que regentamos en Mónaco.