He cumplido 41
sin muchas patas de gallo
gracias a las buenas cremas
y a los buenos cirujanos.
No tengo papada fofa
ni un código de barras
debajo de mi nariz
propia y no operada.
En mi pelo no se ven
las canas que bien me tapa
el tinte que pone negro
mi recogido cardado.
Los dientes los llevo blancos
como la moda lo manda
en los USA y en España,
el país de mis nostalgias.