Mi ex marido no fue
ladrón y yo os lo digo
desde el puesto que ocupo
al frente de Paradores
nacionales y de prestigio.
Toda su vida jugó
en la Bolsa de valores
y ganó tanto dinero
como un jugador de póker.
Este hombre tan cabal
que yo tuve de marido
llevó por seguridad
los millones a otros países
donde se lleva el deporte
de esconderse de los fiscos.
Es el camino más fácil
para aumentar divisas
sin que salgan en pantallas
las cifras de la fortuna
que escondes para esos
hijos que te necesitan.