Me he hecho muy amigo
de mi amigo Froilán
porque es sobrino de Rey
y nieto del otro Rey
que se nos ha jubilado
después de su tanto hacer.
Vamos de compras y tiendas
por Serrano y otras calles
de nuestro Madrid más caro.
Yo le digo lo que debe
comprar para ir de marcha
y mi amigo Froilán
paga las compras con pasta
que aún le dan sus padres.