Dinero yo no tenía
para hacerle una fiesta
a la madre de mis hijos,
mi muy querida Infanta
de esta España nuestra
que nos quiere en la cárcel.
Dinero tuve al pedirles
en una colecta a todos
los amigos que quisieron
ver a mi esposa soplando
las 50 velas juntas.
Dinero también me dieron
los amigos que generosos
para comprarle un regalo
a mi adorada doña.
Dinero aún me sobra
gracias a los que pagaron
el banquete con los euros
del Reino de mi cuñado,
nuestro Rey Felipe VI.