Marrakech es una ciudad que me encanta. Me gusta mucho para mis escapadas románticas con mi marido porque es como entrar en un mundo diferente sin alejarte muchos kilómetros de España.
Uno de los hoteles donde nos alojamos en esas escapadas románticas nuestras fue el Hotel Riad Jonan, Marrakech, un hotel que está decorado con un estilo muy árabe, pero que tiene todas las comodidades que necesitas para ser feliz.
Es un riad que está muy limpio y tiene un personal muy atento con los huéspedes. Siempre te reciben con una sonrisa y están siempre dispuestos a solucionarte el más mínimo problema que puedas tener así como a darte información turística sobre la ciudad.
Nos sirvieron un desayuno delicioso. Era un buffet en el que había un té a la menta que me encantó, café, tostadas con mantequilla y mermelada, bizcocho, crepes marroquíes, fruta fresca de temporada, cereales, huevos revueltos, tortilla con setas, yogur casero recién hecho. Estaba todo delicioso.
Este riad está muy bien situado para hacer turismo por la ciudad de Marrakech. Te pones en unos 10 minutos caminando en la plaza de Jemaa el Fna y también llegas pronto a los zocos principales. Está en una no tan turística como otras, lo cual es una ventaja para los que no queremos estar metidos en pleno bullicio turístico.
Nuestra habitación era grande, con una gran cama de matrimonio muy cómoda, una terraza perfecta para relajarme leyendo. Lo que me gustó menos fue el cuarto de baño. Cuando vi un par de toallas rotas, se me cayó el alma a los pies. Llamé a recepción y nos las cambiaron por toallas nuevas. Como os dije, son muy atentos. Por eso os recomiendo este hotel.
Uno de los hoteles donde nos alojamos en esas escapadas románticas nuestras fue el Hotel Riad Jonan, Marrakech, un hotel que está decorado con un estilo muy árabe, pero que tiene todas las comodidades que necesitas para ser feliz.
Es un riad que está muy limpio y tiene un personal muy atento con los huéspedes. Siempre te reciben con una sonrisa y están siempre dispuestos a solucionarte el más mínimo problema que puedas tener así como a darte información turística sobre la ciudad.
Nos sirvieron un desayuno delicioso. Era un buffet en el que había un té a la menta que me encantó, café, tostadas con mantequilla y mermelada, bizcocho, crepes marroquíes, fruta fresca de temporada, cereales, huevos revueltos, tortilla con setas, yogur casero recién hecho. Estaba todo delicioso.
Este riad está muy bien situado para hacer turismo por la ciudad de Marrakech. Te pones en unos 10 minutos caminando en la plaza de Jemaa el Fna y también llegas pronto a los zocos principales. Está en una no tan turística como otras, lo cual es una ventaja para los que no queremos estar metidos en pleno bullicio turístico.
Nuestra habitación era grande, con una gran cama de matrimonio muy cómoda, una terraza perfecta para relajarme leyendo. Lo que me gustó menos fue el cuarto de baño. Cuando vi un par de toallas rotas, se me cayó el alma a los pies. Llamé a recepción y nos las cambiaron por toallas nuevas. Como os dije, son muy atentos. Por eso os recomiendo este hotel.