Perfumes para nosotras

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sábado, 18 de julio de 2020

La economía española va a perder más de 150.000 millones de euros


 
La situación económica de España se complica y parece que va a empeorar más aún de cara a los próximos meses. Muchas pymes no han podido volver a abrir. Están esperando a que llegue el mes de septiembre con nuevos aires. Esperan por una nueva normalidad casi idéntica a la vieja normalidad mientras echan sus cuentas. Infinidad de pequeños autónomos están  asfixiados financieramente.
La economía española va a perder más de 150.000 millones de euros. La deuda pública aumenta en unos doscientos mil euros. Encima habrá entre un millón y dos millones de parados. A perro flaco todo son pulgas.​
Menos mal que la Unión Europea se anima y saca la chequera. Ponen en Europa encima de la mesa 750.000 millones de euros. En esa cifra tenemos 500.000 millones de euros en subvenciones y 250.000 millones de euros en préstamos. No se da todo a fondo perdido, una parte hay que devolverla. Tampoco se da por tener la caja vacía. Europa pide hacer reformas. Entienden los países del norte que el dinero tiene que ser bien empleado para que la economía pueda volver a generar empleo.​
Como os decía, las cosas van mal en lo que a economía se refiere. En el corto plazo se pueden mantener los ERTES, el ingreso mínimo vital, la inyección de fondos públicos en general. En el largo plazo habrá que hacer recortes porque se está recaudando menos al haber más paro. Iremos hacia una reducción del gasto público a  raíz de las reformas que se hagan. La reforma que no quiere hacer el Gobierno es flexibilizar el mercado laboral, pero, tal vez, acabe haciéndola de manera encubierta. Un IVA que está flojo porque las compras caen y un impuesto de Sociedades que da pena sólo anuncian reformas a la vuelta de la esquina.​
¿Cuáles podrían ser las soluciones? Los economistas clásicos dirían que reducir impuestos. Por ejemplo, el impuesto de sociedades debería reducirse para atraer inversiones. A la vez habría que sacar burocracia. Se necesita facilitar las inversiones generando un clima de confianza, marcando una política económica ortodoxa. No importa que esa política económica ortodoxa sea de izquierdas de sea de derechas. Sólo tiene que ser coherente.
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María Rey
Economista
Libre de virus. www.avg.com