Fuimos al Motel Venus en La Coruña por recomendación de unos amigos y no salí muy contenta de tanto entorno erótico. Este motel está en la Carretera Nacional VI km 581, Espíritu Santo, al lado de la ITV, en Sada.
Nos dieron una habitación grande que parecía de un puticlub caro. Muchos espejos, la cama enorme, los sillones con formas eróticas y rojos como el carmín de mis labios. No sabía si estaba en los felices años 20 del siglo pasado o en estos años de crisis del siglo XXI.
En el cuarto de baño había una gran bañera de hidromasaje, pero se me quitaban las ganas de meterme en ella al pensar que cientos de parejas se habrían metido para completar una noche de amor loco. Tanto exceso de erotismo te quita las ganas de hacer el amor con tu chico.
Lo que no me dejó dormir fue el espejo que teníamos en el techo de la habitación. Mirabas para arriba y te veías como una fantasma abrazada a otro fantasma que era tu marido. A mi lado, tenía una luz de neón sobre la mesilla de noche igual a la que había en la otra mesilla de noche que estaba del lado de mi santo marido. Aquello no era para mí.
Lo mejor era el gran televisor de plasma que teníamos en la pared de enfrente. Aprovechamos para ver un partido de fútbol que echaban aquel día. Ya que no venía la pasión, que vinieran los goles del fútbol.
El Motel Venus Coruña no es el único. Esta cadena tiene moteles con decoración igual en otras ciudades. Se han especializado en hoteles para parejas. Te ponen en todos ellos una decoración muy erótica que pasa por tener las habitaciones mal iluminadas.
No os recomiendo ni os dejo de recomendar el Motel Venus Coruña. Lo mejor fue la botella de champán con la que nos recibieron y que no nos cobraron. Estaba delicioso el champán.
Nos dieron una habitación grande que parecía de un puticlub caro. Muchos espejos, la cama enorme, los sillones con formas eróticas y rojos como el carmín de mis labios. No sabía si estaba en los felices años 20 del siglo pasado o en estos años de crisis del siglo XXI.
En el cuarto de baño había una gran bañera de hidromasaje, pero se me quitaban las ganas de meterme en ella al pensar que cientos de parejas se habrían metido para completar una noche de amor loco. Tanto exceso de erotismo te quita las ganas de hacer el amor con tu chico.
Lo que no me dejó dormir fue el espejo que teníamos en el techo de la habitación. Mirabas para arriba y te veías como una fantasma abrazada a otro fantasma que era tu marido. A mi lado, tenía una luz de neón sobre la mesilla de noche igual a la que había en la otra mesilla de noche que estaba del lado de mi santo marido. Aquello no era para mí.
Lo mejor era el gran televisor de plasma que teníamos en la pared de enfrente. Aprovechamos para ver un partido de fútbol que echaban aquel día. Ya que no venía la pasión, que vinieran los goles del fútbol.
El Motel Venus Coruña no es el único. Esta cadena tiene moteles con decoración igual en otras ciudades. Se han especializado en hoteles para parejas. Te ponen en todos ellos una decoración muy erótica que pasa por tener las habitaciones mal iluminadas.
No os recomiendo ni os dejo de recomendar el Motel Venus Coruña. Lo mejor fue la botella de champán con la que nos recibieron y que no nos cobraron. Estaba delicioso el champán.