Me voy a Praga contigo
y casi siento un martirio
en un avión amarillo
que me sacude la vida.
Llego al hotel mareada
y tú ya quieres hacer
turismo de sinagogas
y visitar galerías
llevándome de alumna
fashionista al Pavilion.
Vete solo, amor mío,
que te llevará el avión.