El Novotel Monte-Carlo es un tres estrellas alejado del centro de Mónaco y cerca de la estación del tren de este pequeño país. Está en la calle 16 Bld Princesse Charlotte.
Es un hotel tranquilo. Yo esperaba algo más ruidoso, porque Mónaco es una fiesta continua, pero no. Pude dormir por la noche como si estuviera en mi casa. Este hotel tiene tres estrellas sólo. Merecería la cuarta estrella y hasta la quinta. Tiene una decoración moderna, cálida, que te hace sentir como en tu dulce hogar.
Nos dieron una habitación grande, con una pequeña zona de estar incorporada. La cama de matrimonio era muy cómoda. Me gustó menos el baño. Era algo pequeño para mi gusto.
Mi chico quería una suite. No fue posible porque estaban todas ocupadas. En Mónaco la gente se aloja a lo grande. Tuvimos que conformarnos con una habitación, pero fue suficiente. Era tan grande que dormimos los cuatro sin estrecheces.
La habitación tenía aire acondicionado, un buen escritorio, una conexión Wi-Fi gratuita que funcionaba mejor que la que tenemos en casa. Tenía vistas a la piscina que había en el jardín. Era una habitación muy luminosa.
Nos apuntamos al desayuno buffet americano. Mi marido quería hacer un desayuno rápido en el bar. No era el caso. Cuando vas con críos hay que desayunar bien.
También comimos y cenamos en el hotel. El NovotelCafé, que da al jardín, prepara unos deliciosos platos de cocina mediterránea. comes tan bien como en España. Tienen también un bar que sirve aperitivos para el almuerzo y la cena, si te contentas con algo ligerito.
Lo pasamos de cine. Fuimos hasta el casino de noche, aprovechando que teníamos canguro para las niñas. El Casino de Montecarlo se encuentra a unos seiscientos metros del hotel. a las niñas las habíamos llevado por la mañana hasta el puerto de Hércules, que se halla a menos de 10 minutos de caminata del Novotel. Tampoco nos perdimos una visita al la famosa Roca. La Roca de Mónaco está a 20 minutos a pie y en tacones.
Os recomiendo el Novotel Monte-Carlo por lo acogedor que es y por todas las comodidades que te ofrece, sobre todo por su preciosa piscina exterior de temporada con tumbonas muy cómodas, la sala de fitness y hammam donde quemé mis calorías extras.
Es un hotel tranquilo. Yo esperaba algo más ruidoso, porque Mónaco es una fiesta continua, pero no. Pude dormir por la noche como si estuviera en mi casa. Este hotel tiene tres estrellas sólo. Merecería la cuarta estrella y hasta la quinta. Tiene una decoración moderna, cálida, que te hace sentir como en tu dulce hogar.
Nos dieron una habitación grande, con una pequeña zona de estar incorporada. La cama de matrimonio era muy cómoda. Me gustó menos el baño. Era algo pequeño para mi gusto.
Mi chico quería una suite. No fue posible porque estaban todas ocupadas. En Mónaco la gente se aloja a lo grande. Tuvimos que conformarnos con una habitación, pero fue suficiente. Era tan grande que dormimos los cuatro sin estrecheces.
La habitación tenía aire acondicionado, un buen escritorio, una conexión Wi-Fi gratuita que funcionaba mejor que la que tenemos en casa. Tenía vistas a la piscina que había en el jardín. Era una habitación muy luminosa.
Nos apuntamos al desayuno buffet americano. Mi marido quería hacer un desayuno rápido en el bar. No era el caso. Cuando vas con críos hay que desayunar bien.
También comimos y cenamos en el hotel. El NovotelCafé, que da al jardín, prepara unos deliciosos platos de cocina mediterránea. comes tan bien como en España. Tienen también un bar que sirve aperitivos para el almuerzo y la cena, si te contentas con algo ligerito.
Lo pasamos de cine. Fuimos hasta el casino de noche, aprovechando que teníamos canguro para las niñas. El Casino de Montecarlo se encuentra a unos seiscientos metros del hotel. a las niñas las habíamos llevado por la mañana hasta el puerto de Hércules, que se halla a menos de 10 minutos de caminata del Novotel. Tampoco nos perdimos una visita al la famosa Roca. La Roca de Mónaco está a 20 minutos a pie y en tacones.
Os recomiendo el Novotel Monte-Carlo por lo acogedor que es y por todas las comodidades que te ofrece, sobre todo por su preciosa piscina exterior de temporada con tumbonas muy cómodas, la sala de fitness y hammam donde quemé mis calorías extras.