El Parador de Melilla sólo tiene tres estrellas y merecería una más por lo menos. Yo estuve con mis hijas y mi marido y nos sentimos como en nuestra casa. El personal es amable, profesional, lo tienen todo muy limpio y siempre te atienden con una sonrisa en los labios.
Nos dieron una habitación amplia, elegante, luminosa y con unas vistas muy bonitas de la ciudad de Melilla. El Parador está cerca del puerto. Tiene una ubicación excepcional.
La decoración es sencilla pero elegante. Priman los colores crema tirando a amarillos, los muebles son nuevos, los suelos son de baldosas, no hay elementos decorativos recargados.
Nos gustó mucho este parador. El Parador de Melilla está ubicado en un alto. Por eso sus estancias son tan luminosas. Desde la ventana de nuestra habitación teníamos vistas a la ciudad y a las playas cercanas, unas playas estupendas. Mis hijas preferían quedarse en la piscina exterior de temporada. Están cogiendo las costumbres y aficiones de su padre. Mi marido, al contrario que servidora, es más de piscinas que de playas. Lo que no nos perdimos ningún miembro de la familia fue la terraza solárium que tienen en los jardines. Estabas como en el séptimo cielo.
Nos quedamos a comer y a cenar en el restaurante del Parador. Era lo más cómodo estando con las niñas. El restaurante tiene vistas al mar. Se come bien. Tiene mucha cocina tradicional andaluza con platos como el pastel de pollo que me encantó, pese a que no me gusta el pollo, y la lubina a la plancha que estaba deliciosa; mucho mejor que la que prepara mi suegra. No la encontré nada seca. A mi suegra la lubina a la playa algunas veces le sale algo reseca, cosa que no me gusta.
También fuimos al bar del Parador con las niñas. Los refrescos te salían más baratos en el bar que en el minibar de la habitación.
Os recomiendo este Parador. Está genial. El Parador de Melilla se encuentra en el barrio de Ataque Seco, junto al Parque Lobera y al Fuerte de la Victoria, la antigua cárcel de Melilla. Es fácil de encontrar. Está a sólo tres kilómetros del aeropuerto de Melilla y a 1 kilómetro del puerto.
Este Parador es estupendo. Todas sus habitaciones son grandes. La nuestra tenía una cama de matrimonio gigante y una mesa camilla con sillas, que era donde merendaban las niñas. En la terraza de la habitación hacía mucha calor. La terraza también me gustó mucho. Estaba genial para tomar un refresco cuando empezaba a anochecer. Era cuando hacía más fresquito.
Nos dieron una habitación amplia, elegante, luminosa y con unas vistas muy bonitas de la ciudad de Melilla. El Parador está cerca del puerto. Tiene una ubicación excepcional.
La decoración es sencilla pero elegante. Priman los colores crema tirando a amarillos, los muebles son nuevos, los suelos son de baldosas, no hay elementos decorativos recargados.
Nos gustó mucho este parador. El Parador de Melilla está ubicado en un alto. Por eso sus estancias son tan luminosas. Desde la ventana de nuestra habitación teníamos vistas a la ciudad y a las playas cercanas, unas playas estupendas. Mis hijas preferían quedarse en la piscina exterior de temporada. Están cogiendo las costumbres y aficiones de su padre. Mi marido, al contrario que servidora, es más de piscinas que de playas. Lo que no nos perdimos ningún miembro de la familia fue la terraza solárium que tienen en los jardines. Estabas como en el séptimo cielo.
Nos quedamos a comer y a cenar en el restaurante del Parador. Era lo más cómodo estando con las niñas. El restaurante tiene vistas al mar. Se come bien. Tiene mucha cocina tradicional andaluza con platos como el pastel de pollo que me encantó, pese a que no me gusta el pollo, y la lubina a la plancha que estaba deliciosa; mucho mejor que la que prepara mi suegra. No la encontré nada seca. A mi suegra la lubina a la playa algunas veces le sale algo reseca, cosa que no me gusta.
También fuimos al bar del Parador con las niñas. Los refrescos te salían más baratos en el bar que en el minibar de la habitación.
Os recomiendo este Parador. Está genial. El Parador de Melilla se encuentra en el barrio de Ataque Seco, junto al Parque Lobera y al Fuerte de la Victoria, la antigua cárcel de Melilla. Es fácil de encontrar. Está a sólo tres kilómetros del aeropuerto de Melilla y a 1 kilómetro del puerto.
Este Parador es estupendo. Todas sus habitaciones son grandes. La nuestra tenía una cama de matrimonio gigante y una mesa camilla con sillas, que era donde merendaban las niñas. En la terraza de la habitación hacía mucha calor. La terraza también me gustó mucho. Estaba genial para tomar un refresco cuando empezaba a anochecer. Era cuando hacía más fresquito.