Hay muy buenas ofertas en cruceros. Nosotros nos apuntamos al Crucero Encantos de Europa por sólo 499 euros por persona. Nos salió más barato que pasar una semana en un hotel porque teníamos todo incluido.
Salimos del puerto de Vigo y pasamos nueve días y ocho noches en el barco Monarch. Paramos en Bilbao, Dover (Londres), Ijmuiden (Amsterdam), Copenhague y Rostock (Alemania) y regresamos en avión a Madrid sin pagar tasas de embarque. Estaban incluidas en el precio del crucero.
Lo que no me gustó fue que hubiera que pagar propinas sí o sí. Yo no soy de dejar propinas. Me parece que es como dar limosna. A los empleados deben pagarles los empresarios, no estar esperando por lo que les suelten los clientes, y tanto me da que sea en un crucero o en la cafetería de enfrente. Nos cobraron 83 euros para las propinas. Mi marido decía que no era mucho dinero. A mí me pareció una barbaridad.
El camarote que nos dieron no era gran cosa. Si llegamos a estar dos días más en el barco, bajamos divorciados. Para mí el espacio es muy importante y, en aquel camarote, me sentí como una sardina enlatada con su pareja.
No era un camarote lujoso. Era sencillo, decorado en tonos crema y muy luminoso. Tenía la ventaja de no ser ruidoso. Tampoco podía serlo porque en el barco no había ruidos. No dejaban llevar bebés de menos de seis meses ni mascotas. Yo no vi ningún niño. Había muchos jubilados. Pero lo pasamos bien. Pasamos de las excursiones que organizaban los del crucero en las ciudades donde paraba el barco y fuimos por nuestra cuenta, como a mí me gusta.
Os recomiendo el Crucero Encantos de Europa de Pullmantur por su precio. Es lo mejor que tiene. Tampoco están mal las ciudades donde va parando. Son ciudades estupendas para callejear con tu pareja, ir de restaurantes y de compras. También puedes ir en plan ahorro y no comer fuera del barco. En el barco tienes desayuno, comida y cena incluidas en el precio.
Salimos del puerto de Vigo y pasamos nueve días y ocho noches en el barco Monarch. Paramos en Bilbao, Dover (Londres), Ijmuiden (Amsterdam), Copenhague y Rostock (Alemania) y regresamos en avión a Madrid sin pagar tasas de embarque. Estaban incluidas en el precio del crucero.
Lo que no me gustó fue que hubiera que pagar propinas sí o sí. Yo no soy de dejar propinas. Me parece que es como dar limosna. A los empleados deben pagarles los empresarios, no estar esperando por lo que les suelten los clientes, y tanto me da que sea en un crucero o en la cafetería de enfrente. Nos cobraron 83 euros para las propinas. Mi marido decía que no era mucho dinero. A mí me pareció una barbaridad.
El camarote que nos dieron no era gran cosa. Si llegamos a estar dos días más en el barco, bajamos divorciados. Para mí el espacio es muy importante y, en aquel camarote, me sentí como una sardina enlatada con su pareja.
No era un camarote lujoso. Era sencillo, decorado en tonos crema y muy luminoso. Tenía la ventaja de no ser ruidoso. Tampoco podía serlo porque en el barco no había ruidos. No dejaban llevar bebés de menos de seis meses ni mascotas. Yo no vi ningún niño. Había muchos jubilados. Pero lo pasamos bien. Pasamos de las excursiones que organizaban los del crucero en las ciudades donde paraba el barco y fuimos por nuestra cuenta, como a mí me gusta.
Os recomiendo el Crucero Encantos de Europa de Pullmantur por su precio. Es lo mejor que tiene. Tampoco están mal las ciudades donde va parando. Son ciudades estupendas para callejear con tu pareja, ir de restaurantes y de compras. También puedes ir en plan ahorro y no comer fuera del barco. En el barco tienes desayuno, comida y cena incluidas en el precio.