Antes de romper un matrimonio, amiga mía, debes echar cuentas. Si tu marido gana un buen sueldo o es rico, debes pensarlo mejor antes de ir al abogado y organizar un divorcio. Empieza a pensar en tu esposo como una fuente de ingresos. El amor se habrá acabado por su parte, pero debe seguir financiando tu tren de vida. Para eso te ha dado un sí quiero delante de los santos del altar.
Yo de ti, me haría la tonta. Esa otra te está evitando noches de sexo que no te apetecían. Ahora tu esposo llega a casa satisfecho sexualmente y con ganas de hacerse perdonar con regalos. Pídele joyas. Las joyas, a diferencia del amor, son para toda la vida. Si un día te deja, te quedarán las joyas y podrás venderlas cuando necesites dinero contante y sonante.
Eres una afortunada. No todas las mujeres de esta España nuestra pueden presumir de un marido con un buen trabajo. Hay muchas mujeres casadas con hombres desempleados. Piensa en lo bien que vives y no rompas la santa unión matrimonial por culpa de esa otra por la que tu marido no te piensa dejar.